España y Francia inician la evacuación de los europeos atrapados en el caos de Níger

«Teniendo en cuenta la situación en Niamey, la violencia contra nuestra embajada el domingo y el cierre del espacio aéreo que deja a nuestros compatriotas sin posibilidad de salir del país por sus propios medios», el Gobierno galo decidió dar luz verde a esta operación, anunció en comunicado el Quai d'Orsay, el Ministerio de Asuntos Exteriores. El presidente, Emmanuel Macron, sigue el desarrollo de la operación desde el fuerte de Brégançon, al sur del país, donde pasa sus vacaciones de verano.

La ministra de Exteriores, Catherine Colonna, dejó claro que la prioridad de Francia es «la seguridad de sus ciudadanos». Según el Quai d'Orsay, unos 600 compatriotas se encuentran en Níger, además de los 1.500 soldades galos desplegados para lucha antiyihadista en el Sahel.

Ante el caos actual, España e Italia ultimaban este martes los preparativos para evacuar por vía área a sus ciudadanos. El ministerio de Exteriores calcula que hay unos 70 españoles en Níger y fundamenta su decisión de repatriarlos por «la ausencia de vuelos comerciales tras el cierre del espacio aéreo en el país y la actual inestabilidad». El jefe de la diplomacia italiana, Antonio Tajani, anunció, por su parte, que Roma fletará «un vuelo especial» para sacar del territorio a los compatriotas que lo deseen.

París ha ofrecido al Gobierno alemán embarcar a ciudadanos germanos en aviones franceses, según las plazas disponibles. El Ministerio de Exteriores de Berlín ha aconsejado a sus nacionales que se encuentran en Niamey que acepten la oferta gala, que han calificado como un «un ejemplo vivo de la estrecha amistad francoalemana».

La UE, sin embargo, no prevé de momento evacuar oficialmente a su personal en Níger, aunque sí ha ofrecido a los funcionarios europeos la posibilidad de abandonar Niamey de forma voluntaria tras el golpe de Estado, según la Comisión Europea.

Bazoum, elegido democráticamente en abril de 2021, fue destituido el pasado 28 de julio por una junta militar golpista y permanece retenido en el Palacio Presidencial. Varios de sus ministros también han sido detenidos. Tras la asonada, Níger está controlado por una junta militar autodenominada Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria (CNSP). Este órgano anunció la destitución del jefe de Estado, la suspensión de la Constitución, el cierre de las fronteras y un toque de queda nocturno.

Los golpistas, encabezados por el general Abdourrahmane Tiani, justificaron el golpe de Estado ante «el deterioro de la situación en materia de seguridad» durante el Gobierno de Bazoum. También advirtieron «contra toda intervención extranjera militar».

Níger, antigua colonia de Francia hasta la independencia del país en 1960, no reconoció a los golpistas y exigió la vuelta inmediata al orden constitucional y la liberación de Bazoum. Para presionar, París y Madrid suspendieron este fin de semana «con efecto inmediato» la ayuda al desarrollo para Níger, uno de los países más pobres del mundo.

Macron advirtió el domingo que «no tolerará ningún ataque contra Francia y sus intereses en Níger», después de que cientos de personas intentaran asaltar la embajada francesa en Niamey durante una manifestación en apoyo a los golpistas. Los convocados gritaron proclamas antifrancesas, prorrusas y a favor de la junta militar, antes de ser dispersados con gases lacrimógenos.

El Gobierno francés ha desmentido que planee una intervención militar en Níger para restaurar al presidente, como aseguraban los golpistas. «Es falso», dijo el lunes de forma rotunda la ministra francesa de Exteriores. En cambio, los líderes de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao), que agrupa a 15 países de la región, dieron el domingo un ultimátum de una semana a los golpistas para restablecer el orden constitucional, «sin excluir el uso de la fuerza» en caso de que esto no ocurra.

Níger, considerado antes del golpe como un aliado esencial de Occidente en la lucha contra el yihadismo en el Sahel, es el tercer país de la región que ha sufrido una asonada, tras Mali y Burkina Faso en 2020. Francia tiene importantes intereses económicos y militares allí ya que tras la salida de los soldados galos de Mali y Burkina Faso, se había convertido en el epicentro de la lucha contra el terrorismo en la región.

París tiene 1.500 soldados en Níger. Si la junta golpista exige que abandonen el país, quedarían solo 1.000 militares galos en el Sahel concentrados en Chad. Cuarto productor mundial de uranio, es también uno de los principales proveedores para las centrales nucleares francesas, de las que procede el 70% de la energía eléctrica que se produce.