La candidata del BNG, Ana Pontón, ha logrado sumar seis escaños más que en las elecciones de 2020
Elecciones Galicia

El avance del BNG no logra socavar la mayoría absoluta de los populares

Los nacionalistas gallegos, que suben seis escaños, consiguen su mejor resultado histórico y liderarán la oposición al PP cuatro años más

Domingo, 18 de febrero 2024

Decepción en el BNG tras los resultados del 18-F a pesar de ser los mejores que ha obtenido en toda su historia. Los nacionalistas partían como favoritos para liderar la alternativa de izquierdas y socavar la mayoría absoluta del PP, pero el partido ... liderado por Ana Pontón -que acumulaba semanas de buenas previsiones en unas encuestas que advertían del peligro para el PP de perder la mayoría absoluta- finalmente se queda lejos de poder conformar un nuevo Ejecutivo regional con otras fuerzas como el PSdeG.

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Todo ello pese al notable avance de la formación, que pasa de 19 a 25 asientos nutriéndose del desplome de los socialistas -que bajan de los 14 a los 9-. De hecho, se trata del mejor resultado histórico del partido, que con su 30% de los votos obtiene sus mejores datos de siempre al superar con creces el 25,1% que consiguió el histórico dirigente Xosé Manuel Beiras en 1997.

El BNG ya triplicó en las anteriores autonómicas, las de 2020, sus escaños respecto a los anteriores comicios, pero -al igual que ahora- se tuvo que conformar con la oposición. «Tenemos un resultado que rompe con los techos electorales del BNG y que nos sitúa como la esperanza de quienes creen que Galicia necesita más», aseguraba ayer desde la sede de la formación la candidata nacionalista tras conocerse los resultados. Pero lo cierto es que el objetivo de fondo pasaba porque las cotas históricas de apoyo que manejaban los de Pontón resultasen suficientes para formar un bipartito con el PSdeG.

En este sentido, la dirigente nacionalista -que era la tercera vez que se presentaba a los comicios gallegos y la única candidata que repetía respecto a los anteriores comicios- tildaba el resultado de «insuficiente» a pesar de destacar el hecho de haber ganado en municipios como Vigo y en otros de la misma ría, como Cangas o Redondela.

De hecho, el crecimiento experimentando por el BNG por provincias se salda con una subida de dos diputados tanto en A Coruña como en Pontevedra, además de uno más en Lugo y en Orense. El partido, de esta forma, se queda como líder indiscutible en la oposición, con un guion a seguir similar al de los últimos cuatro años. Y es que Pontón ha conseguido remontar el vuelo del nacionalismo gallego desde que fuese elegida su líder en 2016.

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En ese momento la organización estaba inmersa en una grave crisis tras la pérdida de la Xunta en 2009 y las posteriores escisiones -a partidos como en Marea o Podemos-. Era cuarta fuerza con siete diputados autonómicos, no tenía representación en el Congreso y estaba atenazada por temores de desaparición. Hoy ocupa 25 escaños en el parlamento gallego, vuelve a tener uno en la Cámara baja y lidera la oposición al todopoderoso PP de Feijóo tras haber conseguido aglutinar el apoyo de muchas fuerzas de izquierda.

Su estrategia se ha basado en ensanchar su base electoral conquistando votantes no nacionalistas, renovando las formas y el discurso y combinando las reivindicaciones soberanistas con demandas feministas, la defensa de los intereses de las pymes y los autónomos o promesas de inversión en ciencia e innovación. Una hoja de ruta que también ha tenido consecuencias en las formaciones de la izquierda que aspiraban a apear a Rueda del Paxo de Raxoi. Tanto Sumar como Podemos se volvieron a pegar de bruces con la realidad de la política gallega al no conseguir un solo asiento en la Cámara autonómica.

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