Benzema sube la apuesta

El regreso a la antepenúltima ronda de su competición predilecta tres años después ha insuflado ánimo al equipo de Zinedine Zidane, aliviado por haber evitado a Bayern de Múnich, Manchester City y PSG, los principales 'gallos', en su hoja de ruta hacia Estambul, escenario de la final del 29 de mayo. El camino, en cualquier caso, estará lleno de minas. No solo por medirse en cuartos a un adversario que atesora seis 'orejonas' en las vitrinas de Anfield y rebosa calidad pese a su mal curso en la Premier League, sino por el hecho de que el doble litigio con los 'reds' vendrá condimentado por un clásico que pillará al Real Madrid justo en medio de los dos banquetes continentales.

Y es que, pese a que la Champions hace relamerse a los blancos como ningún otro alimento, su estómago es insaciable y aún aspiran a nutrirse también con la Liga. «Estamos vivos en dos competiciones y queremos darlo todo», proclamó Zidane. Para alcanzar ese 10 de abril, día en el que recibirá al Barça en el Alfredo Di Stéfano, en condiciones de seguir soñando con hincarle el diente al campeonato, el cuadro de Chamartín tendrá que cumplir con su parte en las dos fechas que restan, primero frente al Celta y luego contra el Eibar, mientras mira de reojo al Atlético y a los azulgranas con la esperanza de que tropiecen y se pueda comprimir más la parte alta de la tabla.

Porque el Real Madrid no tiene margen de error, pese a contar solo una derrota en las 17 últimas jornadas. A seis puntos del líder, que recibirá el domingo al Alavés con el propósito de cicatrizar sus heridas europeas, y dos por detrás también del Barça, que visitará el mismo día a la Real Sociedad en una salida complicada para el bloque de Ronald Koeman, tratará de aprovechar el impulso de la Champions para sacar nota frente al Celta, un contrincante al que doblegó en la primera vuelta por 2-0 con tantos de Lucas Vázquez y Marco Asensio.

La sorpresa en la lista de Zidane fue la ausencia de Sergio Ramos, que después de regresar frente al Elche y liderar también la zaga contra el Atalanta tras recuperarse de una operación de rodilla, no viajó a Vigo a fin de dosificarle para el complicado mes de abril que se avecina. Se une así a las bajas de Carvajal, Odriozola, Mariano y Hazard, todavía atrapados en la enfermería. Vuelve por el contrario Casemiro, que se perdió el choque del martes por sanción. Poco amigo de las rotaciones en los últimos meses, el preparador francés podría dar esta vez una oportunidad a Marcelo, que lleva dos semanas en la dinámica de grupo tras reponerse de la lesión en el sóleo de la pierna izquierda que sufrió en febrero, y conceder así descanso a Mendy, que lo ha jugado prácticamente todo en los dos últimos meses. Arriba todo apunta a que Vinicius tendrá continuidad tras el gran partido que completó ante el Atalanta, con opciones de regresar al once para Rodrygo o Asensio, goleador este último contra la Dea.

Sabedor de la dificultad pero ambicioso llega un Celta al que Eduardo Coudet rescató del pozo y que no pierde ahora la esperanza de estar en Europa la próxima campaña. «Jugamos contra un equipo de gran jerarquía, pero nos gusta ganar y haremos lo imposible para quedarnos los tres puntos», avisó el entrenador argentino. Tiene las bajas de Rubén Blanco, Sergio Álvarez y Emre Mor, pero recupera a Hugo Mallo, que cumplió sanción en el empate frente al Athletic de la pasada jornada. La gran amenaza es Iago Aspas, pese a encadenar siete partidos sin ver puerta, la peor racha del delantero de Moaña esta temporada. «No me preocupa. Si me decís que de aquí en adelante no va a hacer un gol, lo pondría todos los partidos sin dudarlo», aclaró su técnico.

El Real Madrid sigue determinado a pelear por la Liga mientras pueda. Un doblete de Benzema en una excelente primera media hora de los blancos y otro gol de Asensio en el descuento a pase del '9' certificaron la victoria del equipo de Zinedine Zidane en Balaídos, donde encadenó su

Aferrado al extraordinario momento de confianza por el que atraviesa el delantero francés, autor de

Tras acortar distancias poco antes del descanso con una diana de Santi Mina, el cuadro de Eduardo Coudet luchó con bravura en la segunda parte y coqueteó con el empate, pero el Real Madrid supo resistir y

Con Sergio Ramos de baja,

La vitalidad de Vinicius y Valverde facultó una

El notable planteamiento del Real Madrid provocó que el Celta se hundiese muchos minutos en su campo durante la media hora inicial, lo que a su vez generó que el bloque de Zidane encontrase más ocasiones venenosas. Tuvo una fantástica Vinicius, omnipresente, después de una filigrana de Benzema sobre la línea de fondo, pero el centro del francés le pilló desprevenido y no pudo precisar el remate con el pecho. Sin tiempo para lamentarse, el equipo de Zidane elevó la renta con los mismos arquitectos del primer gol.

El Celta, que había amenazado con el empate antes del segundo de Benzema en un forzado cabezazo de espaldas de Santi Mina a la salida de una falta botada por Denis Suárez que frisó el travesaño, supo reponerse sin embargo con gallardía de los dos trompazos. Avisó de nuevo con un taconazo de Santi Mina a pase de Iago Aspas que se fue demasiado cruzado y

El último tramo de la primera parte dio motivos al Celta para creer que la remontada era posible y subió sus revoluciones a vuelta de vestuarios.

Retiró Zidane a Kroos para alistar a Asensio, pese a que el alemán había ofrecido grandes minutos y su lectura de los tiempos aconsejaba mantenerle para calmar un duelo al rojo vivo. Pudo enfriarlo Benzema tras un error de Araújo, de no mediar una gran respuesta de Iván Villar. Y avivarlo aún más Aspas al