El Real Madrid vuelve a soñar en la Champions

Al igual que sucede con el cuadro que tutela Gian Piero Gasperini, el bloque neerlandés afrontó la vuelta en desventaja, tras sucumbir en el Johan Cruyff Arena por 1-2. Pero fue capaz de asaltar un Santiago Bernabéu abarrotado en una noche de marzo de 2019 para olvidar del Real Madrid en el coliseo del Paseo de la Castellana, inmerso ahora en su faraónica remodelación.

Mientras Ziyech, Neres, Tadic y Schone despellejaban con sus tantos al equipo que por entonces regía Santiago Solari y sentenciaba al técnico rosarino, Sergio Ramos grababa escenas en el palco de su documental para Amazon. Sin el sevillano, que había forzado tarjeta en el campo del Ajax creyendo resuelta la faena para cumplir sanción y llegar limpio a cuartos, el Real Madrid consumó un fiasco inopinado.

El andaluz, que precisamente la semana pasada presentó la continuación de aquella serie sobre su legendaria carrera, acude ahora puntual a la cita sobre el tapete del Alfredo Di Stéfano, tras recuperarse a marchas forzadas de la operación en el menisco de la rodilla izquierda a la que se sometió a comienzos de febrero y ponerse a prueba el sábado frente al Elche. Ausente también la pasada campaña en la visita al Manchester City que selló otra debacle de su equipo en Europa, pondrá su jerarquía y experiencia al servicio de una tropa que tendrá por el contrario la sensible baja de Casemiro, castigado por acumulación de amarillas.

Como Sergio Ramos, el mediocentro brasileño es una pieza clave en el engranaje de este Real Madrid cogido con pinzas. Se ha perdido cuatro partidos en lo que va de curso y el balance para su equipo no es halagüeño: una victoria y un empate en Liga, frente a Athletic y Villarreal, respectivamente, y dos derrotas, ante el Valencia en el torneo doméstico y frente al Shakhtar en la Champions. Sin el '14', el cuadro de Zidane pierde mucho más que a la figura que impone orden en la medular; se queda también sin un futbolista de raza y un baluarte en ataque que ha facturado goles determinantes en los últimos meses.

El hueco que deja Casemiro obliga a Zidane a recomponer el once. Mantendrá el esquema con tres centrales y dos carrileros que empleó contra el Elche, replicando así el dibujo del Atalanta. No funcionó demasiado bien contra el conjunto ilicitano, pese a la agónica victoria final, pero se confirma que aquello era un ensayo para esta cita crucial Carvajal, Odriozola, Mariano y Hazard son las otras bajas de Zidane, que volvió a citar al castillista Hugo Duro en una convocatoria de 19 futbolistas.

Sin nada que perder se presenta el Atalanta, un auténtico torbellino ante la portería contraria que contabiliza diez goles en los cuatro encuentros que ha disputado desde que se apagase frente al Real Madrid en un choque marcado por la tempranera expulsión de Freuler. El centrocampista suizo no podrá ser de la partida en el Di Stéfano, pero a Gasperini le sobran variantes para amenazar a las huestes de Zidane, empezando por el dúo de atacantes colombianos que tiene a su servicio (19 goles y 9 asistencias de Luis Muriel y 13 dianas y 12 pases de gol de Duván Zapata entre todas las competiciones) y siguiendo por el croata Pasalic, que viene de anotar un doblete el fin de semana ante la Spezia. «Ya antes de la ida eran favoritos, pero seguimos estando en juego y queremos quedar bien, hacer un partido lo más competitivo posible», dijo el preparador italiano.

El Real Madrid volverá a pisar los cuartos de final de la Liga de Campeones tres años después. Un gol de Benzema en la primera parte y dos más en el segundo tiempo de Sergio Ramos, de penalti, y Asensio permitieron al equipo de Zinedine Zidane vencer con autoridad en el Alfredo Di Stéfano a un Atalanta cuyo fútbol trepidante quedó completamente desactivado por el compromiso defensivo del trece veces rey de Europa. Desnaturalizado por un rival de superior talla, jerarquía y experiencia en estas lides, el bloque bergamasco solo planteó oposición en el primer tramo del partido y terminó diluyéndose frente al mayor oficio y talento de

Por tercera vez esta temporada,

Cierto es que el conjunto transalpino plantó pronto sus cañones en campo rival y mostró la falta de complejos que le distingue. Un remate de Gosens a centro de Muriel que blocó bien Courtois fue el primer aviso de su intención de asediar la meta del belga, pero el Real Madrid respondió con entereza y apenas volvió a sufrir.

En ausencia de Casemiro, Kroos y Modric se dispusieron en línea, con Valverde ligeramente más adelantado para presionar la salida del rival. Hay que apuntar que el notable despliegue energético de la escuadra 'neroazzurra' complicó el propósito del Real Madrid de templar en la construcción y dificultó en la media hora inicial la conexión con Benzema, pero

Vista la suficiencia con la que el Real Madrid contenía las embestidas de sus pupilos, al técnico italiano no le quedó más remedio que corregirse al descanso. Entró Zapata por Pasalic a fin de incrementar la pólvora, pero de nada le sirvió porque el Real Madrid no levantó el pie. Una contra tan primorosamente conducida por Vinicius, que se marcó un eslalon digno de Mbappé o Maradona, como estrepitosamente definida por el carioca, que la envió al limbo con el exterior, advirtió a las tropas lombardas de que los blancos estaban muy enchufados.

A buen seguro que el error le hubiera señalado de mediar una reacción del Atalanta pero, lejos de producirse esta, el ex del Flamengo se redimió en un pestañeo. Volvió a percutir con la electricidad que le distingue y Toloi le derribó sobre la línea mientras irrumpía en el área. El árbitro apuntó al punto de penalti, ese que los blancos no divisan en Liga desde el clásico de octubre en el Camp Nou, y

El central, que llevaba varios minutos mirando a la banda, a la espera de que Zidane le diera tregua a su castigado físico después de reaparecer el pasado sábado frente al Elche, volvió a ser determinante para que el Real Madrid