El Real Madrid se desfonda en La Cerámica

Necesita el Real Madrid enderezar el rumbo en el torneo doméstico y cargarse de moral de cara al crucial choque del próximo miércoles con el Inter de Milán en San Siro, donde una victoria podría clarificar el pase de los blancos a octavos de la Champions pero un tropiezo volvería a cubrir de nubarrones el trayecto en su competición fetiche.

El patinazo contra el Valencia avivó las dudas que persiguen a una escuadra que ha perdido la fortaleza defensiva que le encumbró la temporada anterior, sin que su pegada esté tampoco a la altura de aquellos tiempos de esplendor no tan lejanos en que tapaba carencias a base de pólvora.

A los pupilos de Zidane les está faltando orden en la presión, rigor defensivo y atrevimiento en ataque. Por si fuera poco, al marsellés tampoco le están funcionando las rotaciones y avanza en medio de la adversidad. El parón le ha alterado la baraja y la confección de su once, siempre imprevisible, es más que nunca un misterio metido dentro de un enigma y envuelto en un acertijo.

Abatido un naipe tan destacado como es Sergio Ramos y desprovisto también de la carta tantas veces ganadora de Benzema, Zidane recupera sin embargo algún que otro as como Carvajal o Hazard, titulares indiscutibles cuando están en plenitud de condiciones pero que llegan cortos de entrenamientos. El lateral no juega desde finales de septiembre por una lesión en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha, mientras el atacante belga ha pasado dos semanas lidiando con el coronavirus que también ha afectado a Militao y Casemiro. Estos últimos se quedaron en Madrid al arrojar el último test al que se sometieron un resultado indeterminado.

De minutos anda escaso asimismo Nacho, cuya polivalencia le convierte en comodín para tapar agujeros y estará esta vez en el eje de la retaguardia como recambio de Sergio Ramos. A su lado formará Varane, cuyo percance en el hombro con la selección francesa se ha quedado en un susto.

A la medular regresará Odegaard, que tendrá una oportunidad de reivindicarse en los próximos envites, después de que una lesión en el sóleo le frenase cuando intentaba ganarse la confianza de Zidane. El noruego llega descansado al no haber jugado con su selección por el positivo de su compatriota Omar Elabdellaoui que precipitó el regreso de los internacionales nórdicos a sus equipos. Su despliegue serviría para paliar la ausencia de Valverde, cuya fisura en la tibia derecha deja al Real Madrid sin el futbolista con mayor recorrido en el centro del campo. Mariano, cuyo bagaje se limita a los catorce minutos que disputó contra el Valencia, es el único delantero centro sano, después de que Jovic, que venía de marcar tres goles con la selección serbia diese positivo por coronavirus este viernes.

Menos problemas tiene Unai Emery para armar su alineación. El técnico de Hondarribia perdió a cinco internacionales durante el parón, pero de ellos únicamente los españoles Pau Torres y Gerard Moreno son intocables. El conjunto de La Plana tiene la baja por lesión de Alberto Moreno y Alcácer no será de la partida por molestias musculares. El lugar del valenciano, máximo artillero del Villarreal, lo ocupará Carlos Bacca.

Un Real Madrid lastrado por sus múltiples bajas se quedó sin fuerzas en La Cerámica y acabó cediendo un empate ante el Villarreal que emborronó la notable primera parte que completó el equipo de Zinedine Zidane. Los visitantes, que

Las lesiones y el coronavirus hicieron estragos en el once de Zidane, al que le faltaban tres piezas esenciales de su columna vertebral como Sergio Ramos, Casemiro y Benzema. Pero el Real Madrid alivió sus penas enseguida.

El ariete catalán ha marcado los mismos tantos, dos, en los 193 minutos que ha disputado entre la campaña pasada y la que está en curso que Jovic en los más de mil que ha pasado sobre el césped desde que viste de blanco.

El gol dejó tocado al Villarreal, que echaba de menos

Notable puesta en escena del Real Madrid, que con una mezcla de suplentes y titulares recién salidos de la enfermería

De haber tenido algo más de verticalidad, bien habría podido el Real Madrid matar el partido ante un Villarreal por entonces mortecino. Pero

Las variantes de los técnicos acabarían resultando determinantes. Porque

A esas alturas el choque era ya una moneda al aire porque el Madrid había cedido el control. Y