«Mi madre me decía desde hace meses que ya valía», confiesa Coloma en su despedida

«Es un día especial, emotivo e importante en mi carrera deportiva», comenzó a explicar entre varias interrupciones por la emoción. Antes de soltarlo, recordó lo importante que había sido su entorno familiar para su carrera, su padre Carlos, su abuelo Doro, su mujer, sus hijos Carlos y Lucas... Todo empezó en el 94, en una carrera en Barcelona, en Santa Maragarita de Montjuic. Coloma tuvo que interrumpir su discurso en diversas oportunidades. La emoción estaba a flor de piel.

Sus primeras aventuras sobre la bicicleta, la llamada olímpica, «la que siempre ha marcado mi trayectoria profesional». Atenas, 2004, que quedó fuera. 2008, con plaza olímpica pero «me querían dejar fuera». Gracias al Gobierno, pude ir. En 2012, en Londres, fue diploma olímpico. En 2013, recordó una caída muy fuerte en Alemania (20 de abril). Dos veces al quirófano. Una placa con muchos tornillos y comenzó el camino hacia Río. En 2016, en Río de Janeiro, llegó a su cumbre con la medalla de bronce en una carrera memorable que todos los riojanos.

Con más lágrimas que palabras, hizo hincapié en esa preparación de los Juegos Olímpicos de Río. 21 de agosto, domingo por la tarde, «conseguimos hacer historia y a partir de ahí todo empezó a cambiar». A partir de ahí, «nunca pude volver a ser ciclista profesional». «Y en ese momento apareció Rocío (del Alba García) y todo lo que hacía erea más pensando en ella que en mí».

Nació su propio equipo y comenzó otra faceta en la vida de Carlos Coloma: la empresarial. «En 2019, con el BH Templo Cafés, arrancamos un proyecto con estructura propia, con un espacio cien por cien profesional». A final de año, falleció su abuelo Doroteo. «Desde la distancia parecía que se cerraba todo».

La pandemia le hizo trabajar «muy duro» con las marcas para garantizar el futuro del equipo. A final del 2020, David Valero se unió al equipo, «el más potente de la historia de España» Y pensé que era el momento de la retirada. «Mi madre venía diciéndome hacía unos meses que ya valía». Por esos tiempos, mediados del 2020, desde BH Templo Cafés se fichó a los mejores sub-23 del país.

Eran meses en los que descansaba de prisa, se entrenaba de prisa, con llamadas, promociones, reportajes, reuniones, «haciendo mil cosas al día». Y ese fue el punto de inflexión que le aparta de los circuitos de primer nivel. Coloma continuará disfrutando de la bicicleta, pero desde otro punto de vista.

Al podio también subió Rocío García, que emocionada agradeció a su alma máter, al responsable de que sea una de las grandes ciclistas del panorama mundial.

Su padre Carlos hizo hincapié en que se trataba de un proyecto que acaba y otro que se inicia, al tiempo que invitó a su madre, quienes le entregaron el primer trofeo que ganó en su vida, «el que marcó su punto de inflexión en su carrera».

Jorge Soto, miembro de su equipo, recordó que junto a su padre estuvieron presentes en su primera y en su última prueba deportiva. «Sabemos que no será una retirada al cien por cien. Para esta nueva etapa, gracias. Y disfruta de lo que has montado porque te lo mereces».