Tratamientos para envejecer mejor
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Tratamientos para envejecer mejor
¿Un chip de hormonas a la carta como arma antiedad?A poca gente le gusta envejecer. Es sinónimo de problemas, achaques y arrugas. Sin embargo, se trata de un proceso natural. Empieza más o menos a los 40, cuando cambia el metabolismo del alcohol, la cafeína y las grasas, y surgen enfermedades cardiovasculares. Y a ... partir de ahí ya no hay vuelta atrás... Aunque sí maneras de hacer que esta etapa no pise el acelerador sino el freno. Es decir, de que sigamos cumpliendo años, pero con calidad.
El 'truco' está en las hormonas. «Ya lo decía Gregorio Marañón, que fue Premio Nobel: somos hormonas», apunta Ramón Vila-Rovira, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. Pionero en el injerto capilar en España, desde hace diez años también se ocupa de mantener a raya a estos mensajeros químicos de nuestro cuerpo mediante un tratamiento apto para mujeres y también para hombres.
Se llama terapia hormonal bioidéntica y en los últimos años se ha popularizado bastante. A las mujeres, el asunto nos suena más porque, una vez en la menopausia, a veces los ginecólogos las recomiendan para tratar sus efectos secundarios, entre ellos, los sofocos y la falta de energía. Pero también sirve para ellos, que no tienen menopausia, pero sí pasan un proceso similar: la andropausia.
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Julia Fernández
Lo realmente llamativo es que hasta hace relativamente poco, este tratamiento solo se 'recetaba' en casos muy extremos. Y ahora, todo el mundo (de cierta edad) puede tener acceso a él, si lo necesita, aclaran los expertos. «Antes de nada, lo que pido es un análisis hormonal y a partir de él estudiamos si el paciente lo necesita o no», subraya Vila-Rovira, en cuyo equipo también hay especialistas en disciplinas como la ginecología. En caso de que la respuesta sea afirmativa, se abre la puerta. Porque no todos los achaques de la edad hay por qué sufrirlos.
Nuestros cuerpos están llenos de hormonas, pero no siempre en la misma medida ni con el mismo comportamiento. En la adolescencia, por ejemplo, se dice que están en plena ebullición. Luego se estabilizan. Y cuando cumplimos los 40, empiezan a cambiar de nuevo, pero a la baja. En el caso de las mujeres, por ejemplo, se producen menos estrógeno y progesterona. En el de los hombres, lo que va descendiendo son los niveles de testosterona. Y todo ello tiene sus consecuencias físicas.
Sin embargo, si nos administrásemos una dosis correcta de éstas, podríamos revertir parte de ese envejecimiento y sentirnos mejor. Esto es lo que promete la terapia hormonal bioidéntica, que se ofrece en clínicas de todo el mundo. «En Estados Unidos es más popular que aquí y todos los famosos de cierta edad la piden: Biden, Reagan, Madonna», explica el médico catalán, que da un paso adelante contra el edadismo: «Cuantos más años cumplimos, más sabios somos», así que hay que acompañarlo con el cuerpo.
Su aplicación, además, es muy sencilla, aunque debe hacerse siempre mediante prescripción y supervisión médica, insiste el especialista. Se hace a través de lo que se llaman 'sotopellets' hormonales, un dispositivo del tamaño de un grano de arroz que se inserta bajo la piel de la cadera y que libera la dosis del compuesto que necesitamos. Un compuesto, por otro lado, personalizado para cada caso. La incisión para introducir el péllet es mínima, apenas dos milímetros, y se hace bajo anestesia local y en consulta ambulatoria, por lo que el paciente puede retomar su vida cotidiana nada más salir de la clínica.
Lo realmente llamativo es que el compuesto fluye directamente al torrente sanguíneo cada vez que el cuerpo lo necesita. Digamos que éste sería el que manda. De este modo, evitamos los altibajos que se pueden producir si en vez de así, tomáramos el compuesto en pastillas y se nos olvidan o a través de parches y se nos caen, por poner solo dos ejemplos. Por cierto, que el tema de que se utilicen hormonas bioidénticas es importante porque son compuestos naturales que son exactamente iguales a las que produce nuestro organismo y vamos perdiendo.
En algunos sitios ya llaman a esto el chip de la juventud, pero tanto Vila-Rovira como otros médicos que la ofrecen reniegan de este nombre. Que te inserten un 'sotopellet' no va hacer que de repente desaparezcan las patas de gallo ni los glúteos recuperen la tersura de los veinte años. No va por ahí la cosa. Tiene más que ver con ese otro enfoque de la medicina estética que es cumplir años de la manera más saludable posible. «Los milagros son un invento de la religión. Y esto no es un tratamiento superficial ni enfocado a la estética muscular, sino a mejor la calidad de vida en aspectos fundamentales», precisa Vila Rovira, que admite que él se somete a la terapia.
– ¿Y qué se nota?
– Tienes más energía, más vitalidad, que el humor no te cambia como una montaña rusa, te concentras mejor... También ayuda a recuperar la virilidad sexual, algo que suele interesar más a los hombres, y a disminuir la grasa corporal, que preocupa más a las mujeres.
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