Los pinchos más típicos de la calle San Juan de Logroño

Al igual que lo recalcamos con la lista de los pinchos más típicos de la calle Laurel lo debemos hacer con esta: estos no son los mejores pinchos (eso es casi imposible de definir) sino los más conocidos.

Y (además) el método para elegirlos ha sido tan científico como el que se usó en la lista de la calle Laurel: a voz en grito en la redacción de Diario LA RIOJA. Recuerda, la lista no tiene un orden (son todos igual de deliciosos) y hay de todos los precios.

No es, ni mucho menos, el único manjar que ofrece el Torres, donde el bocata de calamares y la hamburguesita de kobe son las estrellas, pero la barra está llena de otras muchas ofertas igual de apetecibles. Pero, ¿qué sería de un pincho sin una copa de vino con la que brindar? Nada. Algo que conoce a la perfección Alberto Rodríguez. Y es que, su amor por el mundo vinícola ha provocado que Torres Gastrobar amase una amplia carta de vinos de todas las denominaciones de origen de España.

No esperes mucho glamour en este local, pero sí todo el sabor de esa tapa tan típica que es jamón con pan, tomate y un buen aceite. Que el cliente no se asuste por la montaña de zapatillas que se acumulan en un mismo plato, no duran nada. Además de la tapa típica, se pueden comer setas a la plancha, pimientos rellenos u oreja.

El García es otro clásico de la San Juan. Sus tostas son reconocidas en toda la calle. La de jamón con queso, la de cabrales, la de cecina... Bocatita de anchoa y pimiento verde, pincho de mayonesa con jamón, ración de panceta...

La carta de Los Rotos destaca por su variedad y su calidad. En Los Rotos uno se puede quedar en la barra para seguir con la ronda, o sentarse en el comedor del fondo para advertir las múltiples opciones que presenta su oferta, donde, obviamente, están los famosos rotos, pero dispone de otras muchas elaboraciones que ponen de manifiesto el buen trabajo que se hace en la cocina de este local. Foie, magret, solomillo, carrillera ibérica, chuletillas, embuchados... A ver quién se va sin comer algo.

La Guarida recogió en el año 2015 el testigo del bar Alejandro, un clásico para los chiquiteros que permanecía escondido en la calle del Carmen, y al que los nuevos propietarios (Pedro e Iggy) le han dado una nueva vida. Los bocatitas de anchoa, de sardinas, de bacalao, son todo un referente en la zona.

Es una de las tortillas más reconocidas de Logroño. Desde que comenzó esta historia en la calle San Juan, La Travesía logró dejar constancia de su gran hacer con la tortilla de patata. Pinchos que no dejan de salir de cocina, y tortillas enteras para recoger y degustar allí o en casa en buena compañía. Con o sin picante, es toda una referencia en la San Juan.

Lleva allí más de 30 años. Y es muy reconocible para todos los logroñeses. Unos van al del huevito, y otros van al de los calamares. Porque hay quien no perdona una salida sin pasar por el Samaray. Sus especialidades: calamares rebozados y fritos y su amplia variedad de pinchos con huevos de codorniz

En el Tastavin, sobre la base de la gastronomía tradicional de siempre, se elaboran ahora unos pinchos mucho más trabajados de lo que es habitual en la mayoría de las barras de bares y cafeterías. Se trata de pequeños bocados de exquisita gastronomía llevados a la barra o incluso a las mesas de las que también dispone el local. Elaboraciones habituales del recetario como chipirones en tempura, pimientos de cristal... e innovaciones como la panceta de bellota a baja temperatura, con salsa de ostras y encurtido de cebolla roja

Con ventanales y buena terraza, el Umm abre paso a la San Juan. Ofrece oreja, la ensaladilla de jamón Joselito, el tataki, el puchero de callos de buey Wagyu... aunque una de las propuestas que más aceptación tiene, de entre todos los que se pueden disfrutar en el Umm, son las croquetas de jamón Joselito.