Qué ver en Logroño en cuatro días

Logroño está lleno de encantos. La capital de La Rioja ofrece innumerables atractivos para visitar y de lo más variados: monumentos, plazas, calles emblemáticas, restaurantes, bodegas... En Logroño es imposible aburrise y ofrece rutas tanto si estas solo dos días o si pasas una semana. Y es que, además, Logroño es una ciudad cómoda, en la que todo está cerca y es muy sencillo moverse andando.

Repasamos en este artículo qué ver en Logroño:

No puedes marcharte de Logroñ sin darte un paseo por la calle Portales. Allí se encuentra la Casa de los Chapiteles. El antiguo Palacio de los Jiménez de Enciso fue el ayuntamiento durante 115 años, hasta 1980. La vía desemboca en la plaza del Mercado, donde puedes visitar de Santa María la Redonda (siglo XV-XVIII). Además, muy cerca de aquí se encuentra la antigua Fábrica de Tabacos. Del edificio llama especialmente la atención del visitante la chimenea.

El Camino de Santigo y el Casco Antiguo de LOgroño forman parte también de la historia Logroño. Junto al Puente de Piedra la escultura 'El arco del Camino' recibe a los caminantes como una puerta de entrada a la ciudad. Las calles del Casco Histórico de la ciudad están llenas de símbolos y rincones alusivos a la ruta Jacobea. En la calle Rúa Vieja, una de las más tradicionales, se sitúa el Albergue de Peregrinos. La senda por el interior de la ciudad lleva hasta la Iglesia de Santiago, monumental edificio erigido en el siglo XVI, y junto a ella se sitúa la 'Fuente del Peregrino'. En esta misma plaza se encuentra uno de los elementos más singulares de cuantos representan al Camino, un gigantesco mosaico en forma de 'Juego de la Oca' con motivos jacobeos.

Continuando por la calle Barriocepo se llega hasta los últimos restos de la antigua muralla que protegía a la ciudad y la 'Puerta Revellín', única entrada original que se conserva. Se trata de un imponente puesto defensivo artillero que ha sobrevivido desde el siglo XVI.

Tan solo a unos minutos andando de la calle Portales se encuentra la plaza del Espolón. La figura del general Espartero protagoniza el lugar, rodeada de un agradable parque y una gran fuente, donde además hay cafeterías y bares en los que ldisfrutar del entorno. La tumba del general Espartero puede verse en el interior de la concatedral de Santa María de La Redonda, que puede ser el siguiente punto del recorrido ya que está al lado, tan solo cruzando por la emblemática calle Marqués de Vallejo. Pero cuidado, es fácil que la tentación te pueda ya que pasas justo al lado de la calle San Juan y el olor de los pinchos y el Rioja te pueden atrapar.

En plena Plaza del Mercado está la concatedral de la redonda, otro de los lugares imprescindibles que visitar en Logroño. La estructura arquitectónica actual se construyó a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII y en ella destacan las torres barrocas que reciben el popular nombre de «torres gemelas».

Merece la pena entrar para ver el retablo Mayor, la capilla de Nuestra Señora de la Paz y sobre todo, una pequeña pintura al óleo conocida como «El Calvario De la Rioja», atribuida al maestro Miguel Ángel y situada en el deambulatorio, detrás el retablo mayor.

La plaza del Mercado es, además, un lugar de encontro, rodeado de bares, restaurantes y tiendas de productos locales.

Si nos preguntamos qué visitar en Logroño, abundan los templos religioso en Logroño, destacando entre ellos Santa María de Palacio, el más antiguo de la capital riojana, que preside el horizonte logroñés con su aguja gótica. En su interior se pueden admirar un magnífico claustro, un retablo flamenco y varias piezas románicas. Muy cerca, aparece la torre mudéjar de la iglesia de San Bartolomé. Construida en el siglo XII, conserva una exquisita portada esculpida y constituye la única muestra de arte románico en la urbe.

Algo más alejada (aunque en Logroño no hay nada lejos), y cerca del Esplón, también puedes visitar la Plaza de Santiago está presidida por la Iglesia de Santiago el Real

No todo van a ser monumentos y paseos en tu visita a Logroño. Hablar de la capital de La Rioja es hablar de pinchos. Principalmente tienes dos calles (por supuesto no son las únicas) en las que disfrutar de la gastronomía riojana y sus vinos. La calle Laurel y sus alrededores, también conocida como la 'senda de los elefantes', es el epicentro de Logroño si hablamos de gastronomía. No hay que volvserse muy loco eligiendo ni el local ni el pincho, cualquiera será una buena elección.

La calle San Juan está a tan solo cinco minutos andando y su entorno conforma otra ruta para disfrutar de los pinchos de Logroño. Ni mejor ni peor que la Laurel, sino igual de buena.

El río Ebro es tambiém protagonista en Logroño ya que atraviesa la ciudad. Los dos puentes más conodidos sobre este río son el de Piedra y el de Hierro. El primero, el más antiguo de la ciudad, permite que la ruta jacobea llegue hasta la ciudad. El Puente de Hierro fue construido en el siglo XIX y cruza también el Ebro.

Además, por toda la orilla, y bajo los puentes, discurre un largo y agradable paseo. El Parque de la Ribera cuenta con lago, miradores y pasa por la plaza de Toros y Riojaforum, hasta unirse con el parque del iregua, que llega a la la vía Romana

Un edificio que llama mucho la atención de los visitantes de Logroño es el del Ayuntamiento, obra de Rafael Moneo, uno de los arquitectos españoles actuales más conocidos y valorados en todo el mundo.

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