«Las monjas están convencidas y han plantado cara a Iceta», dice el portavoz de las religiosas rebeldes de Belorado

Ha dicho que la Iglesia del Concilio Vaticano II «no tiene nada que ver con la verdadera Iglesia Católica», les ha tachado de «estafadores» y ha acusado a Iceta de haber «llevado a la ruina a miles de familias» en Cajasur y no tener ninguna gana de solucionar este conflicto con las religiosas: «Están haciendo el paripé, porque Iceta conoce muy bien a la madre Isabel y tiene una inquina personal contra ella. Esto no es nuevo», ha dicho. Según Don José, las monjas están «muy convencidas» de la decisión que han tomado, se encuentran «contentas y felices» y, además, tienen «muchísimo trabajo con todos los encargos que les están llegando estos días».

Están, ha asegurado, «desbordadas». Además, ha especificado que el paso insólito de romper con Roma lo tomaron «todas a una, como una piña», y que la única que no estaba convencida y ha abandonado el convento era «una señora mayor de más de 70 años». Don José ha tachado a Iceta de «sinvergüenza» y ha dicho que está «nervioso porque las monjas le han plantado cara y su jefe Bergoglio no le va a dar ya la birreta cardenalicia» a causa de este conflicto.

«Este no sabe con quién se está metiendo. Con la Iglesia hemos topado», ha señalado, identificando de nuevo la institución con la Pía Unión. «También Goliat era un gigante y David un pastorcito, pero le venció», ha apostillado con ironía. Según el portavoz de las clarisas rebeldes, el monasterio de Orduña está muy lejos de ser un chollo: «Las monjas hicieron una inversión que supera el valor del inmueble y después reformaron todo el tejado. Además, ¿preguntó el Obispado quién compró la Merced para la sala de conciertos de Bilborock o las Clarisas de Balmaseda para un hotel? ¿Es que nosotros somos peores que la sala de conciertos o un hotel?»

Cuando un periodista le ha preguntado si Pablo de Rojas, el 'obispo' excomulgado, ha hablado directamente con Mario Iceta, el portavoz ha respondido: «No tiene nada que hablar con Iceta. ¿Para qué?».