Menores: ¿Qué les pasa?

Lo que acontece, es el resultado de quien ha crecido creyendo que lo esencial es «me gusta» o por el contrario «no me gusta». Es decir el mundo visto desde mí, jamás desde el otro, desde el que está enfrente.

Nos está fallando el filtro de la ternura, la compasión, el sentimiento de culpabilidad. No se educa en la autorresponsabilidad, en la autolimitación. Es por eso que el pronóstico respecto a la violencia de género es malo.

Tenemos muchos niños que no se perciben como ciudadanos, sino como clientes, solo saben exigir, demandar. No aceptan la frustración y es por ello que lo que les molesta es eliminado.

Resulta duro decir que vemos niños psicopáticos, duros emocionalmente, porque no maman la necesidad de ayudar, de ser generosos, de ser solidarios, de sentirse concernidos.

Hay niños, que ven que los adultos giran a su alrededor, que se dejan chantajear, que quieren comprar su cariño, y se hacen insensibles, amorales.

No se olvide, de que los niños y los adolescentes pasan al acto, con suma facilidad, sin valorar las consecuencias, sin anticipar los hechos.

Una sociedad nerviosa, unas familias muy inestables, unos adultos que a veces no son maduros, traen como resultado este tipo de niños que además se alimentan de juegos y videos donde el mando lo ostenta uno mismo y donde la violencia por habitual se banaliza.