Marlaska defiende la actuación «eficaz» de Protección Civil

El Gobierno rechazó las críticas por la supuesta falta de previsión del temporal que los partidos de la oposición han formulado en los últimos días. El ministro del Interior valoró sobre todo la capacidad de gestión de Protección Civil, que ha movilizado recursos humanos y materiales para limitar las consecuencias de 'Filomena'.

Los expertos coinciden en que, con la magnitud de este temporal, con epicentro en Madrid, una región con casi siete millones de habitantes en pocos kilómetros cuadrados, la gestión de las administraciones ha sido la adecuada, más allá de errores puntuales. «No han fallado las previsiones ni la respuesta. Los sistemas de alerta han funcionado y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) avisó de las nevadas. En paralelo, se han desplegado los recursos disponibles porque no debemos olvidar que España es un país mediterráneo y que los recursos son los que son y están preparados para atender a las emergencias habituales que nosotros tenemos», subraya Isabel Bazaga, profesora especializada en gestión de emergencias de la Universidad Rey Juan Carlos.

«Limitar los efectos extraordinarios de una borrasca como ésta en un lugar donde habitualmente no cae medio metro de nieve es muy complicado, aunque tengas vehículos todoterreno con cadenas. Es imposible estar preparado para todo», añade Íñigo Vila, director de Emergencias de Cruz Roja, que ha desplegado en esta crisis a 1.500 voluntarios para 13.200 asistencias.

La Aemet, encargada de los pronósticos del tiempo, también cree que las previsiones, tanto de la nieve caída como de la bajada de temperaturas, «se ajustaron razonablemente bien a lo que finalmente ocurrió», destaca Rubén del Campo, portavoz de la agencia. «El umbral para la activación del aviso rojo en el caso de la nevada de Madrid se superó con creces (se activa el aviso rojo cuando la nevada supera los 20 centímetros en 24 horas, y hubo zonas de Madrid donde se sobrepasaron los 40 centímetros en 30 horas de nevada) y un aviso de nivel rojo implica riesgo extremo desde el momento en que se alcanza el umbral de activación, con gran afectación a las actividades cotidianas y daños muy probables a bienes y personas», recuerda Del Campo.

Pero quizá no toda la población conozca las implicaciones de una alerta de nivel rojo, así que en la Aemet sugieren la necesidad de «hacer más pedagogía y orientar los avisos a impactos más que a superación de umbrales». Los expertos resaltan la importancia de la responsabilidad individual en este tipo de crisis, una perspectiva anglosajona frente al 'modelo latino' de echar la culpa al gobierno de turno. «Necesitamos mensajes más contundentes y cierto nivel de coerción y al mismo tiempo, un comportamiento maduro por parte de la sociedad», apunta Isabel Bazaga.

«En España tenemos poco capital social y parece que para todo nos tienen que poner un policía detrás. Si las autoridades te dicen que te quedes en casa y no cojas el coche y lo coges el viernes cuando ya había empezado a nevar... Eso no es muy responsable. Puede que por esa debilidad en la responsabilidad individual en los asuntos públicos, no tenemos cultura de la emergencia», lamenta la profesora.

En la misma línea se pronuncia Íñigo Vila. «La protección civil comienza por uno mismo y hay que seguir las recomendaciones de las autoridades. Se dieron avisos naranjas y rojos por parte de la Aemet. ¿Los siguió toda la población? Cada ciudadano tiene la capacidad de aminorar los efectos extraordinarios de una nevada como esta», asevera el miembro de Cruz Roja.

Mientras tanto, los hospitales continúan recibiendo un aluvión de pacientes con roturas tras haberse caído al suelo por culpa del hielo. Los centros sanitarios de Madrid han atendido a más de 2.000 personas por estas causas y en hospitales como el de Torrejón de Ardoz se acabó el yeso de las escayolas. Los profesionales sanitarios están aplazando las intervenciones menos urgentes para centrarse en las cirugías traumáticas, en un momento, además, de gran presión asistencial por la covid-19.

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Mientras tanto, el mal tiempo remite poco a poco, aunque las temperaturas de la pasada noche volvieron a ser gélidas. Molina de Aragón ha registrado esta madrugada -19,9 grados, cinco más que en la anterior noche. Por detrás de ella se sitúan Calamocha (Teruel) con -18º, seguida de las también localidades turolenses de Santa Eulalia del Campo (-17,8º), Bello (-17,3º) y Teruel (-15,4º); y Daroca (Zaragoza) con -14,9º. En la noche del lunes al martes, Bello registró la temperatura más baja en España desde 1963, con 25,4 grados bajo cero.

En las carreteras, este miércoles hay afectadas 450 vías afectadas, 36 menos que el martes por la tarde. En la red principal, las mayores complicaciones están en la provincia de Toledo: está cortada al tráfico la CM43 a la altura de Illescas y el uso de cadenas es obligatorio en la CM41 a la altura de Cedillo del Condado. En la red secundaria, 76 vías están cortadas y en 92 es obligatorio cadenas, según datos del Ministerio del Interior.