La familia de Esther sostiene que alguien «ayudó a Óscar a manipular su coche»

Según sostiene el letrado Guillermo Ruiz Blay, habría una cuarta persona, «dueño de un taller o mecánico, posiblemente un amigo» de Óscar, que le habría ayudado con la máquina de diagnóstico «a borrar una parte del contenido de la centralita» del coche, en concreto «la relativa a las averías», con el fin de ocultar, entre otras supuestas pruebas, un desperfecto interno en la parte delantera del vehículo que habría sido ocasionado por el impacto, lo que probaría la tesis principal del atropello sobre la que insisten los investigadores de la Guardia Civil. En la parte del sumario que la jueza instructora ha levantado, la Policía Judicial considera que «las extrañas circunstancias que desencadenaron la desaparición de la víctima, el tiempo transcurrido sin noticias de Esther, así como finalmente el hallazgo de su cadáver, permiten teorizar la comisión de un supuesto delito contra la vida». Sin embargo, 106 días después de su desaparición se desconoce, entre otras muchas cosas, si esa muerte violenta de la joven fue consecuencia de un accidente o fue arrollada de manera intencionada, si se le dejó morir sin prestarle auxilio y si en ella participaron una o varias personas.

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Ruiz Blay, que está convencido de que «hay caso» y de que hay indicios «de sobra» para abrir un procedimiento penal, insiste en que el investigado «no tiene excusas ni explicaciones» para enfrentar dichos indicios, «como se puso de manifiesto durante su declaración ante la instructora». Espera que en breve lleguen a manos de la magistrada del Juzgado de Instrucción 5 los resultados de las pruebas que faltan, las científicas del registro de la casa de verano de los padres de Óscar en el Romeral, donde los investigadores sospechan que estuvo Esther después de las tres de la madrugada, para lo que se basan en la localización de los teléfonos de ambos, y las tecnológicas que permitan acotar aún más las «compatibilidades» en el tiempo y el espacio de los móviles de Esther y Óscar. Se trata de desmontar la afirmación de este, que ha ratificado en su última y única declaración ante la jueza, sobre que dejó a Esther antes de las tres de la madrugada en el camino porque ella se empeñó en seguir de fiesta y se bajó del coche y él continuó hasta su chalé y se fue a dormir, solo.

El letrado de la familia de Esther, que había solicitado a la magistrada Soledad Ortega que impusiera prisión provisional y subsidiariamente el abono de una fianza de 60.000 euros para eludirla o tres días de detención, señala que, a expensas de que se levante el resto del sumario y lleguen los resultados de las otras pruebas, no va a recurrir la decisión de la instructora de dejar en libertad sin cargos a Óscar S. M.. Tanto la juez como el fiscal consideran que, hoy por hoy, ni tan siquiera «hay un relato» de lo que le pudo ocurrir a Esther López. Según los forenses, la joven murió el mismo día de su desaparición y pudo permanecer en el mismo lugar en el que fue encontrada más de veinte días más tarde, aunque no se descarta que. de producirse el atropello, ocurriera en un lugar diferente y fuera trasladada a ese punto junto a la carretera de Traspinedo.