Peritos privados rastrean la huella digital de los investigados por la muerte de Esther

El representante legal de la familia ha explicado este martes que están trabajando ya con una empresa privada especializada en «el análisis de la huella digital», es decir, de todos los movimientos en redes sociales, aplicaciones, correos... que puedan obtenerse tanto de los investigados como de la propia víctima «a través de fuentes abiertas de Internet». Y ponen el foco no solo en Óscar, el último amigo que vio en vida, en principio, a Esther López, sino en ella misma y en el resto de investigados. El objetivo de esta pericial, que en su día podría incorporarse a la causa o utilizarse en un hipotético juicio, si es que se obtiene alguna información relevante para la investigación, es escudriñar los rastros digitales dejados por los investigados, y por la propia víctima, con el fin de buscar indicios que puedan arrojar luz sobre sus movimientos y lo ocurrido antes, durante y después de la desaparición de Esther, en la madrugada del 13 de enero.

Esta pericia busca, en definitiva, intentar sellar las lagunas en torno a los movimientos y el posible rastro de los investigados y la propia víctima a partir de la última vez que fue vista de manera fehaciente con vida. Óscar y Carlos, los dos amigos que estuvieron con ella hasta entonces, mantienen que la dejaron viva en torno a las tres de la mañana de aquel 13 de enero. El segundo afirma que se fue a dormir a su casa y el primero mantiene, y así volvió a hacerlo el lunes ante la jueza, que acordó dejarlo en libertad y que rechazó adoptar medidas cautelares contra él, que la dejó en torno a esa hora a trescientos metros del restaurante La Maña, en la vía de servicio de la carretera de Soria, para irse solo a su casa.

«Estamos trabajando con una empresa privada, al margen de los técnicos de la Guardia Civil, para abrir esta vía de investigación y analizar la huella digital de todos los posibles implicados», reitera el abogado de la familia, quien incide en que «aún faltan pruebas importantes por llegar de la Guardia Civil».

El letrado, en este sentido, aclara que van a esperar dichos resultados para decidir los siguientes pasos a dar y mantiene, como ya adelantó el lunes a las puertas de los Juzgados, que la investigación continúa abierta y que no se descarta que surjan nuevos sospechosos en otras líneas de investigación. ¿Qué líneas son estas? Pues el propio abogado concreta, siempre en torno a la figura de Óscar como investigado, que «hay muestras de ADN sin cotejar», tanto en su vehículo como del registro del chalé familiar de la urbanización El Romeral, que podrían arrojar sorpresas y añade que «la investigación apunta a que pudo manipular su coche para modificar la centralita y el mando, por lo que debe averiguarse si alguien le ayudó a hacerlo».

El propio Óscar, durante su declaración, negó que hubiera existido tal manipulación de la centralita o el mando de su vehículo, al igual que negó que lo hubiera lavado en las horas posteriores a la desaparición de Esther López. «Hay muchos indicios sobre sus posibles movimientos que deben aclararse», reitera el abogado de la familia, que el lunes solicitó, sin éxito, el ingreso en prisión del investigado o su detención por un periodo de tres días.

La investigación, por ahora, parece un tanto estancada a la espera de los resultados de las últimas diligencias practicadas por los agentes en torno al vehículo de Óscar, como el análisis de su centralita; de su móvil y, sobre todo, de las muestras de restos biológicos recogidos del chalé familiar de El Romeral. La jueza, que mantiene el secreto de sumario sobre una parte de la investigación, no tiene previsto inicialmente realizar nuevas tomas de declaraciones a corto plazo.