La estructura del Medusa estaba anclada con depósitos de agua y maceteros

Los especialistas tratan de determinar si la débil resistencia de algunos anclajes del recinto, además de la racha de viento provocada por el reventón cálido, causaron la tragedia en pocos segundos, tal y como sospecha el perito que inspeccionó el domingo las estructuras metálicas que aplastaron a varias de las víctimas.

Como ya informó este periódico en su edición de ayer, algunos puntos de anclaje del escenario estaban intactos pese a tener los mismos elementos de sujeción que la parte derribada por el viento. Esto confirma la acción errática de las rachas de más de 80 kilómetros por hora que provocó el reventón cálido. La lengua de aire caliente afectó de forma muy desigual a la estructura principal del festival.

Los depósitos utilizados como elementos de anclaje estaban llenos de agua y tienen una capacidad de 1.000 litros, pero ahora los técnicos tendrán que valorar si estos contrapesos atados con cintas a las columnas de hierro eran suficientes para resistir la fuerza de vientos de 80 kilómetros por hora. En el caso de los maceteros, los especialistas calculan que el peso era mayor, ya que contenían tierra con palmeras.

La dirección del festival afirmó ayer en un comunicado que el accidente se debió a un «imprevisible fenómeno meteorológico de características devastadoras que causó numerosos deterioros en la infraestructura del recinto y en diversos elementos decorativos».

Tras derribar el viento parte del escenario principal y varias estructuras metálicas del recinto, un joven de 22 años falleció y otros 40 asistentes sufrieron heridas de diversa consideración al ser aplastados o golpeados por los hierros.

Según el comunicado de los organizadores del Medusa, los técnicos municipales les informaron, poco después del trágico suceso, de que no podían continuar los espectáculos hasta que no retiraran «los elementos estructurales afectados y se realizara una nueva revisión de las instalaciones por el Organismo de Certificación Administrativa (OCA) y los propios equipos técnicos de las empresas montadoras».

Además, los técnicos instaron también a comprobar «si existían otros elementos del recinto que pudieran ocasionar riesgo y afectar a las garantías de seguridad, solidez constructiva, estabilidad y capacidad portante de los mismos».

La dirección del festival añade que un informe municipal apunta que «los daños y las afecciones generadas en las instalaciones fueron fortuitos e imprevisibles, y era difícil haberse podido evitar ante un fenómeno de la magnitud en que llegó a afectar puntual y aleatoriamente a ciertos elementos del recinto».

En referencia a las informaciones publicadas por diferentes medios de comunicación sobre el colapso del escenario principal, el comunicado señala que la estructura «únicamente se vio ligeramente dañada al desprenderse algunos elementos decorativos propios de un monumento fallero».

Las piezas caídas lesionaron de manera leve a un número reducido de asistentes, según los organizadores del evento, mientras que el joven fallecido fue aplastado por uno de los pórticos metálicos situados en la zona de los servicios, y los heridos más graves recibieron golpes de hierros que el viento derribó de los arcos que delimitaban la entrada y salida del recinto. El Medusa Festival de Cullera también asevera que en ningún momento «se prevé que pueda producirse en Cullera y localidades colindantes un fenómeno virulento que pueda hacer peligrar la integridad de las personas presentes en el evento la noche del 12 de agosto y la madrugada del 13 de agosto de 2022».

El presidente del Partido Popular de la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, ha anunciado pedirá «explicaciones e información» sobre el trágico accidente ocurrido en el evento musical, aunque no ha concretado cómo materializará esa demanda.