El coronavirus afecta también a los niños en Italia: 7 menores contagiados

El miedo a que la epidemia afecte también a los niños y jóvenes llevó a que, desde el principio de la semana, las universidades y escuelas de la zona norte del país no abrieran sus puertas, una decisión que también están adoptando algunas regiones meridionales. El alcalde de Nápoles, Luigi De Magistris, anunció que los colegios de la ciudad permanecerán cerrados hasta el sábado para realizar una operación de limpieza extraordinaria que garantice «la seguridad y la serenidad».

Pese al evidente alarmismo que genera esta medida, De Magistris insistió en que no había que caer en «el miedo o el pánico». El hecho de que Italia sea el tercer país del mundo con mayor número de contagios, después de China, donde surgió la epidemia, y de Corea del Sur, se explica según el primer ministro, Giuseppe Conte, por el alto número de exámenes realizados por las autoridades sanitarias para verificar si pacientes sospechosos tenían el coronavirus. «Estamos gestionando esta emergencia de modo eficaz. El número de contagios no debe alarmarnos. Es el fruto de una línea de acción enérgica y rigurosa y de controles eficientes, realizados de inmediato», comentó el jefe de Gobierno en una entrevista publicada este miércoles por el diario 'Corriere della Sera'.

Para tratar de superar las diferencias con las que los distintos territorios han respondido hasta ahora al coronavirus, esta tarde está previsto que el Parlamento italiano apruebe el decreto gubernamental que aplicará nuevas medidas de prevención. Entre ellas destaca la obligación de informar a las autoridades sanitarias de haber viajado en los últimos 14 días a China o a alguno de los once municipios italianos donde aparecieron los primeros casos y que, desde el pasado fin de semana, se encuentran en cuarentena. En ellos viven unas 50.000 personas a las que no se permite salir de la llamada 'zona roja'.

El miedo al coronavirus estuvo presente esta mañana en la plaza de San Pedro del Vaticano, donde el papa Francisco presidió una audiencia general con menos audiencia que en otras ocasiones y en la que algunos peregrinos iban con mascarillas. Al final de su catequesis, el Pontífice comentó: «Deseo expresar nuevamente mi cercanía a los enfermos del coronavirus y a los sanitarios que los curan, como también a las autoridades civiles y a todos los que están esforzándose para asistir a los pacientes y parar el contagió».