España aumenta la alerta tras detectar su primer caso de contagio interno del COVID-19

El caso que ha levantado las alertas por ser el primer infectado en territorio español, y no por importación durante una visita al extranjero, es un paciente de 62 años, ingresado desde hace días en el hospital sevillano Virgen del Rocío. El enfermo, con una neumonía de origen desconocido y que está evolucionando de manera «razonablemente buena», fue sometido a las pruebas de coronavirus al haber dado negativo a todos los cultivos anteriores.

El caso de este sevillano -temen los expertos- podría demostrar que el patógeno podría llevar circulando varios días, cuando no semanas, por territorio español en portadores que no habrían tenido síntomas. La buena noticia es que ninguno de sus familiares o amigos ha dado positivo al virus.

Antes de conocerse este enigmático caso, el Gobierno ya había elevado de bajo a «moderado» el riesgo nacional por el coronavirus tras haberse detectado en España en solo 48 horas once casos de pacientes infectados, los últimos cuatro ayer mismo en Madrid, Barcelona, La Gomera y el paciente de la capital andaluza.

Al margen del caso aislado en el Virgen del Rocío, las otras diez personas sí que son casos importados de Italia. O sea, los contagios se han producido en el norte del país transalpino, foco de la epidemia y donde los infectados han estado recientemente.

Sí está mucho más claro, para tranquilidad de las autoridades sanitarias, el periplo de los otros tres nuevos infectados.

El positivo en Madrid es un varón joven que viajó al norte de Italia hace escasas fechas. Empezó con los síntomas el lunes y, por su propio pie, se presentó en el hospital universitario Fundación Jiménez Díaz. El paciente fue llevado de inmediato en aislamiento al complejo La Paz-Carlos III. El perfil del nuevo infectado conocido en Barcelona es casi idéntico al de Madrid. Otro joven, en este caso de 22 años, que también estuvo en Milán entre el 22 y el 25 de febrero y que, poco después de su vuelta a España, acudió a urgencias con unas décimas de fiebre.

Fuentes sanitarias apunta a que la mujer infectada de La Gomera, residente en la en la localidad de Valle Gran Rey, también se habría contagiado en Italia, donde estuvo entre el 4 y el 8 de febrero.

Responsables del Ministerio de Sanidad destacaron -a pesar del aumento del riesgo a moderado y de la inquietud por el caso de Sevilla- su «relativo optimismo» por la aparente contención, por el momento y con todas las precauciones, de la infección llegada de Italia. Y es que los especialistas temían que tras los primeros casos confirmados del lunes y el martes los positivos se disparan de manera exponencial durante varios días, como ha ocurrido el propio país transalpino y en el resto de zonas azotadas por el COVID-19.

El balance de la epidemia en España es, por tanto, de diez personas actualmente contagiadas por el virus. Siete notificadas entre el lunes y el martes y cuatro hoy. Su distribución geográfica es: cuatro en Tenerife, dos en Madrid, dos en Barcelona, una en Castellón, una en Sevilla y una en La Gomera. Todos se encuentran en buen estado de salud.

Además de estas once personas con la enfermedad activa y contagiadas en su inmensa mayoría por el brote italiano, hay dos casos más de pacientes ya recuperados: un turista alemán también en La Gomera y un británico residente en Mallorca. Ambos se infectaron fuera del país -no en Italia- y se repusieron de la enfermedad en España sin problemas.

En las últimas 48 horas, tras la eclosión del brote italiano, las autoridades sanitarias, están descartando decenas de casos sospechosos en la práctica totalidad de las comunidades autónomas, enfermos que finalmente estaban aquejados de simples catarros o, a lo sumo, de los habituales procesos gripales propios de estas fechas. No obstante, tanto las autoridades sanitarias estatales como autonómicas esperan que en las próximas horas aparezcan más positivos.

Ahora, más de 24 horas después de que el brote italiano diera la cara en España, la absoluta prioridad de las autoridades sanitarias estatales y autonómicas es reconstruir todos y cada uno de los contactos cercanos de las personas infectadas.

En el caso de los cuatro italianos del grupo del médico que se hospedaban desde hace una semana en el hotel H10 de Costa Adeje Palace de Tenerife la investigación ha sido rápida y la decisión tajante: poner en cuarentena al millar de huéspedes y trabajadores del complejo turístico.

Dentro del hotel están sometidos a una especial vigilancia los 37 ciudadanos italianos, compañeros de expedición del médico y los otros tres contagiados. Se mantiene un control exhaustivo igualmente sobre ocho turistas que compartieron furgoneta con el médico y su esposa durante el traslado desde el aeropuerto al hotel. Las autoridades canarias se plantean dejar salir a 106 personas -de los 723 huéspedes- que entraron al alojamiento el lunes 24 de febrero, por lo que no pudieron tener ningún contacto directo con los afectados.

Preocupa también el periplo y contacto, sobre todo, de los jóvenes de Madrid y Barcelona, sobre todo por tratarse de grandes centros urbanos. En el caso del joven italiana residente en la ciudad condal, por ejemplo, se han confinado en sus domicilios durante dos semanas a 33 personas de su entorno.

La Generalitat Valenciana sigue poniendo el foco en algunos hinchas valencianistas que viajaron a Milán al encuentro entre el Atalanta y su equipo el 19 de febrero, a los que se ha recomendado que por el momento se queden en su domicilio tras presentar algunos posibles síntomas compatibles con el coronavirus.