Secciones
Servicios
Destacamos
Se trata, probablemente, del club más exclusivo del mundo. Formado por 252 cardenales, el Colegio Cardenalicio es el organismo encargado de ayudar al obispo de ... Roma en el gobierno de la Iglesia católica, pero su tarea más importante está en la elección de un nuevo Papa cuando se produce el fallecimiento o la renuncia de un Pontífice. En sus casi doce años de pontificado, Francisco fue modelando una profunda reforma de esta institución, dando cabida a representantes de Iglesias locales periféricas o minoritarias en detrimento de sedes episcopales occidentales que históricamente llevaban aparejada la birreta roja. En los diez consistorios que presidió para crear cardenales, el último el pasado 7 de diciembre, el Papa argentino creó 163 purpurados, de los que 149 siguen con vida. 135 de ellos tienen menos de 80 años y, por tanto, pueden participar en el cónclave del que saldrá su sucesor. Son una inmensa mayoría frente a los que aún quedan de los pontificados de Juan Pablo II (5) y de Benedicto XVI (22).
Este evento con el que será elegido el nuevo líder de la Iglesia católica se desarrollará en la Capilla Sixtina bajo los magníficos frescos de Miguel Ángel y siguiendo la normativa establecida en la Constitución Apostólica 'Romano Pontifici Eligendo', promulgada por Pablo VI en 1975 y que prevé que haya un máximo de 120 cardenales menores de 80 años. La cifra, no obstante, ha sido superada en diversas ocasiones y hoy la Iglesia cuenta con 137 purpurados electores. Aunque Francisco aumentó la internacionalidad del Colegio Cardenalicio, la mayoría de sus miembros con derecho a voto en un cónclave siguen proviniendo de Europa (54) y América (38). Entre los purpurados hay representantes de todos los continentes y de 94 países. África, Oceanía y, sobre todo, Asia, han ido ganando peso en el Sacro Colegio en estos casi doce años de pontificado del argentino, reflejando así cuáles son las regiones del mundo donde más crece el número de católicos.
Noticias relacionadas
España constituye la tercera potencia cardenalicia del mundo al contar con trece purpurados, de los que cinco son electores, la misma cifra de los que participaron en el cónclave de 2013. Entre los purpurados de nuestro país con derecho a participar en el cónclave destaca el nombre de Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y expresidente de la Conferencia Episcopal Española. Omella ha sido, además, miembro del Consejo de Cardenales, el organismo que ayudó a Francisco en el gobierno y la reforma de la Iglesia católica, conocido como C-9 por su número de participantes. Los grandes protagonistas de la historia eclesial de las últimas décadas de nuestro país están entre los cardenales que ya han perdido su derecho a participar en un cónclave al haber superado los 80 años. Entre todos ellos destaca el nombre de Antonio María Rouco Varela, arzobispo emérito de Madrid y durante años líder del episcopado nacional. Otra figura de peso es la de Ricardo Blázquez.
Más allá de la máxima de que 'quien entra Papa en la Sixtina, sale cardenal', que da una idea de lo habituales que resultan las sorpresas durante los cónclaves, no cabe duda de que hay nombres de peso entre los purpurados que pueden inclinar la balanza cuando se busca un nuevo obispo de Roma. En sus casi doce años de pontificado, Francisco hizo del Colegio Cardenalicio una herramienta más de su agenda con la que demostrar su interés por las comunidades eclesiales periféricas y minoritarias frente al descenso de la fe en los países occidentales. Debido a la abrumadora mayoría de miembros del Colegio Cardenalicio creados por Bergoglio respecto a sus dos antecesores en el solio pontificio, no es descabellado pensar que la concepción del argentino de construir una Iglesia de puertas abiertas estará presente en el momento en el que toca elegir a su sucesor. Estos son los cinco favoritos.
En las primeras posiciones de las listas de 'papables' no puede faltar el nombre de Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede durante el pontificado de Francisco y, por tanto, 'número dos' de la jerarquía vaticana durante los últimos 12 años. Diplomático de carrera, tiene amplia experiencia tanto en el ámbito de las relaciones internacionales como en el funcionamiento interno de la Curia romana y en el gobierno de la Iglesia católica. La suya sería una opción de consenso y de corte centrista que podría convencer a muchos miembros del Colegio Cardenalicio.
A diferencia de otros cardenales de corte conservador más atrevidos, que no han dudado en criticar abiertamente a Francisco por algunas de sus decisiones pastorales más controvertidas, Péter Erdö ha sabido mantener la boca cerrada cuando tocaba. Con experiencia al frente del organismo que aglutina a las conferencias episcopales europeas y al frente de la archidiócesis de Esztergom-Budapest desde 2002, Erdö sería un óptimo candidato si los miembros del Colegio Cardenalicio optan por un nombre en las antípodas de Francisco para que fije un nuevo rumbo en la Iglesia católica, de manera que la preocupación por la doctrina y la ortodoxia esté en el primer puesto de la lista de prioridades.
Este filipino de eterna sonrisa, trato cercano y que mostró una gran sintonía con el concepto de Iglesia católica defendido por Francisco constituye una de las opciones de más peso en caso de que el cónclave optara por elegir un nuevo Papa proveniente de Asia. Pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, el 'ministerio' vaticano que se encarga de las tierras de misión, Tagle tiene dos lunares en su haber. El primero es su edad, ya que resultaría para algunos 'demasiado joven' y podría abrir un pontificado extraordinariamente largo, más aún al tener en cuenta que parte de su familia proviene de China y ha sido muy longeva. La otra crítica que se le hace viene por los problemas destapados durante su gestión al frente de Cáritas Internationalis.
Zuppi constituye junto a Parolin la gran esperanza de la Iglesia italiana por recuperar el solio pontificio después de los pontificados de tres 'extranjeros': Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco. Arzobispo de Bolonia, Zuppi está ligado a la Comunidad de San Egidio, un movimiento conocido por su labor a favor de los excluidos y por su medicación en diferentes conflictos armados, hasta el punto de que el propio Zuppi participó en algunas de estas negociaciones. Cuenta además con un poderoso respaldo económico, ya que su archidiócesis controla tras una llamativa herencia de su fundador la multinacional de puertas y barreras automáticas Faac.
Este salesiano es uno de los pocos españoles con posibilidades de suceder al Papa Francisco, quien le nombró a principios de 2025 como 'ministro' del dicasterio vaticano encargado de los religiosos, acompañado por primera vez por una religiosa. Asturiano e hijo de cinco generaciones de pescadores, fue Rector Mayor de los Salesianos, la segunda congregación religiosa más numerosa de la Iglesia católica. Jorge Mario Bergoglio mostró una gran confianza en él al crearle primero cardenal en su último consistorio, para meses después nombrarle pro-prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Conocedor por tanto de la Curia romana y del mundo de los religiosos, tuvo también cargos de responsabilidad dentro de los salesianos en España y Argentina.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
«Creo que quería matarnos a los cuatro»
María Caro
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.