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Uno entre 70

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Más de 70 agentes participaron en el seguimiento a Joaquín Ferrándiz antes de su captura. Uno de ellos fue el capitán Antonio Tena. Ni él ni su hija olvidan aquellas semanas.

05 min.

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Viernes, 14 de julio 2023, 00:28

En los meses de verano de 1998 un dispositivo especial acorrala a Joaquín Ferrándiz sin que él se percate. Siendo conscientes de la amenaza que supone, agentes de la UCO le siguen de cerca para conseguir pruebas con las que incriminarlo. El capitán de ... la Guardia Civil Antonio Tena se pasó varias noches en el vehículo de vigilancia y todavía recuerda el número de la matrícula del coche del asesino en serie. «Siempre íbamos a las 23:00 de la noche. Lo recogíamos cuando salía de su casa y lo seguíamos hasta las cinco o las seis de la mañana», explica.

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A continuación en Ferrándiz. Alrededor de un asesino en serie

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Uno entre 70

NARRADORA GENERAL: Cuando Joaquín Ferrándiz se convierte en el principal sospechoso, alrededor de 70 agentes de la Guardia Civil participan en el operativo de seguimiento. Uno de ellos es el capitán Antonio Tena. Hoy, ya retirado, con 73 años, comparte en esta pieza sus vivencias e impresiones durante aquellas madrugadas.
CABECERA
NG: Verano de 1998. El seguimiento secreto de la Guardia Civil sobre Ferrándiz está en pleno desarrollo. Como otros compañeros, Tena se concentra en el objetivo durante varias semanas. De hecho, aún recuerda el número de la matrícula del asesino…
ANTONIO TENA: Tenía el número de Castellón. 75 65 Z. Íbamos todas las noches detrás de él, investigando.
AT: Él tenía un Seat Ronda en aquel tiempo y luego cambió a un Volkswagen rojo. Siempre íbamos a las 23:00 de la noche. Lo recogíamos cuando salía de su casa hasta las cinco o las seis, o las siete.
NG: Uno de los momentos más delicados se produce en la noche del 12 de julio, en Benicàssim, cuando el asesino trata de 'cazar' a otra víctima. Es una joven llamada Silvia Barizo.
AT: Silvia, entró dentro del local y él se bajó de su coche. Se agachó al vehículo R5 que llevaba la chica y le quitó el tapón de la rueda posterior derecha del vehículo. Y claro, la rueda se hinchó.
NG: Tena presencia la escena desde el vehículo de vigilancia. Minutos después, la chica regresa:
AT: Volvió a salir la chica, se montó, él detrás y nosotros también. Y al llegar a la residencia de oficiales del Grado de Castellón, adelanta a un ciclista y se sale y ella, pues claro, herida. La llevó al hospital él mismo y la dejó.
NG: El capitán aún recuerda otros momentos de tensión. Como la noche en que le perdieron la pista…
AT: Una noche sí que recuerdo también que se nos despistó a la UCO y a nosotros. ¿Y dónde estará? ¿Dónde estará? Esto no puede ser». Y me acuerdo perfectamente, les dije «en la plaza de toros hay un espectáculo de no sé qué, pero hay un espectáculo». Fuimos a la plaza de toros, todos los coches aparcados y lo localizamos, estaba allí.
NG: Además de un espionaje en toda regla, el juez autoriza escuchas telefónicas en su domicilio.
AT: Se le intervino el teléfono en la casa a su madre. Y en una conversación su madre hablaba con unas amigas y les contaba que su hijo alguna vez llegaba con sangre en las mangas de la camisa. Y la madre dijo «¿Y esto cómo ha sido? Y él decía «no, esto es una pelea normal y corriente».
NG: Tena es uno de los agentes que arresta a Ferrándiz. Junto con otros compañeros se presenta en la compañía de seguros donde trabajaba. Aún tiene grabada la fecha.
AT: Lo detuvimos el 29 de julio del 98. Y ahí ya se acabó la historia.
NG: Y es testigo de la perplejidad entre sus conocidos...
AT: «¿Cómo es posible que esto le haya ocurrido esto con este chico? Era tan trabajador y muy servicial».
NG: Tena también pisa la guarida del asesino el día del registro:
AT: La casa estaba bien ordenada. Pero había allí una habitación al fondo y ahí estaba todo bastante revuelto. Allí encontramos un ordenador, unos cuantos disquetes, periódicos, 'El Mediterráneo' de entonces que salía el caso, revistas de Interviú, ropa de mujeres, una navaja y esa cinta con que amordazada estaba allí también en el domicilio.
NG: La cinta de 18 milímetros es la prueba definitiva para incriminar a Ferrándiz en el caso de Sonia Rubio.
…
YOLANDA TENA: Soy Yolanda Tena. Soy periodista y en la época en la que Joaquín Ferrándiz estaba asesinando a mujeres en Castellón, pues yo era una adolescente.
NG: En el caso de Antonio Tena, además, son dos las generaciones marcadas por el asesino. Él, como parte del equipo contra el criminal. Y su hija, Yolanda, futura periodista de Sucesos.
YT: Sí que existía un miedo porque había un asesino suelto y eso estaba pendiente. En 1998 empezaba primero de carrera de periodismo. Y ese verano recuerdo que yo a mi padre no lo vi en todo el verano.
NG: Ella sentía curiosidad y su padre intentaba tranquilizarla con la obligada discreción.
YT: En esa época, antes de que tuvieran a Joaquín Ferrándiz, mi padre sí que me hizo un comentario de «bueno, el caso casi que está resuelto». Simplemente eso es lo único que recuerdo.
NG: Ahora padre e hija continúan pendientes de la puesta en libertad de Ferrándiz:
YT: En Castellón desde hace meses existe miedo porque un asesino en serie va a salir de prisión. Claro que existe ese miedo.

Las pruebas lo acorralan y Joaquín Ferrándiz admite ser el asesino de Sonia Rubio, pero no de las otras cuatro mujeres. El capitán Hidalgo y el criminólogo Vicente Garrido asumen el reto de penetrar en la mente del psicópata y conseguir que confiese todos los crímenes. Se adentran en el laberinto

La abogada Rosa Edo afronta la defensa de Joaquín Ferrándiz. Una mujer al lado del mayor asesino de mujeres. Frente a ella, el fiscal Salom, dispuesto a lograr una condena ejemplar. ¿Lograrán las víctimas la justicia que buscan? El juicio comienza y las puertas se cierran

En este episodio adicional, José Ángel Esteban y Andrea Morán comentan los principales aspectos tras la investigación periodística que ha dado lugar al podcast

Joaquín Ferrándiz pisa la calle 25 años después y su libertad trae nuevas dudas para quienes quedaron marcados por el caso. ¿Se puede rehabilitar un psicópata? ¿Logrará reinsertarse?

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