'The ritual', una historia de horror en el bosque encantado

Relegado a secciones paralelas y maratones nocturnos, donde el aficionado al gore de toda la vida pudo degustar en la pasada edición con ejemplos de cinefagía incombustible como la tercera entrega de la serie de culto 'Jeepers Creepers' o 'Housewife', disponible en Panorama Fantàstic, el pase de 'The Ritual' significó mucho para aquellos asistentes impenitentes que veneran la exploración de las raíces del miedo como elemento de catarsis en la sala oscura. Adaptación del libro superventas escrito por de Adam Nevill, narra la historia de un grupo de amigos de la universidad que emprenden un viaje a las montañas que se torna una angustiosa travesía que concluye en una pesadilla demencial.

Los derechos de distribución mundial de 'The Ritual', a excepción de Reino Unido, su país de origen, fueron comprados por Netflix, empresa reina del entretenimiento en streaming que de vez en cuanto nos da gratas sorpresas, generalmente con películas que pasan a formar parte de su catálogo una vez hechas, tras pasearse con éxito por festivales, como la reciente 'Good Time'.

Los proyectos propios son otra historia (ahí está 'Bright', publicitada a bombo y platillo, con la apariencia de un costoso capítulo piloto de una serie del montón). Agradecidos por el lanzamiento del filme que nos ocupa, confirmando que buscando siempre se encuentra y el papel de buen prescriptor, ante la abundante oferta, es más necesario que nunca, 'The Ritual' tenía mucho camino andado antes de formar parte de la Sección Oficial de un certamen de peso como Sitges. Su director, David Bruckner, estaba en la lista de ojeadores del evento. De su cosecha son los fragmentos más sugestivos de películas colectivas como 'The Signal' (2007), 'V/H/S' (2012) y 'Southbound' (2015), ejemplos de una tendencia que sirve de plataforma a nuevos talentos: un compendio de relatos macabros firmados por diferentes directores.

Con la impactante pieza 'Amateur Night', Brucker abría la película de episodios, convertida en serie, 'V/H/S', adscrita a su vez al fenómeno found footage, movimiento en declive, deudor de 'The Blair Witch Project', que ha alimentado el género en los últimos tiempos tras el bombazo de iniciativas de bajo presupuesto como 'Paranormal Activity', posteriormente convertida en una suculenta franquicia. Con estética de falso documental, la pieza describía la trágica decisión de un puñado de colegas que se empeñan en hacer una gracieta que acaba saliendo cara: grabar un filme pornográfico engañando a unas desconocidas con una cámara oculta en unas gafas.

La habitación de hotel donde llevan a regañadientes a unas jovencitas incautas para engatusarlas y convencerlas de que se abran de piernas acaba en algo muy diferente. Sin sexo maldito de por medio, 'The Ritual' también parte de un grupo de amigos, esta vez treintañeros, que quieren pasarlo bien a su manera y recordar viejos tiempos, además de olvidar una tragedia personal. Para ello emprenden una majestuosa excursión por los parajes salvajes del Círculo Ártico escandinavo, excusa ideal para que aparezcan sus demonios internos.

De ritmo lento lúcido, la película empieza remitiendo a numerosos títulos del género de bosque encantado, con una cuidada atmósfera y excelentes interpretaciones (Rafe Spall, mejor actor en Sitges), para romper en su tramo final y ofrecer al espectador una sucesión de imágenes sórdidas que dejan huella. Tras hacer partícipe al público del descenso a los infiernos de los protagonistas, perdidos entre los árboles, eficaz escenario de noche, el filme ofrece un clímax apoteósico que deja alto el nivel de mal rollo en el cuerpo. 'The Ritual' no se ha cocinado con ingredientes que no conozcamos, pero no es terror fast food del que invade la salas en busca del target juvenil. Deja un excelente buen mal sabor de boca.