El primer superhéroe asiático de Marvel

Creado por Steve Englehart, guionista de referencia en la historia del género, con el trazo personal del inefable Jim Starlin, fue publicado por primera vez a principios de los años 70. Maestro letal experto en artes marciales, hijo desconocido del gran villano Fu Manchú, Shang-Chi es un sujeto duro de pelar, rey del kung fu, cuyo dominio del chi le permite superar cualquier límite físico imaginable. Su manejo de las energías le permite afrontar amenazas sin miedo al fracaso.

Su primera hazaña en la gran pantalla está dirigida por Destin Cretton, cuya carrera no estaba ligada al cine de piruetas y mamporros, con títulos estimables como 'Cuestión de justicia' o 'El castillo de cristal'. Es probable que haya tenido a su disposición buenos equipos de dirección de acción, tal y como trabajan actualmente los grandes estudios. Pone rostro al justiciero Simu Liu, nombre habitual entre los seriéfilos, visto en 'Venganza', en formato serializado, 'Slasher' o 'Bad Blood'. Le secundan Awkwafina ('The Farewell') y Katy y Michelle Yeoh ('Tigre y Dragón').

'Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos' atiende a los parámetros habituales del cine de superhéroes bajo el sello Marvel, no sorprende en este sentido. Mantiene el ritmo y explota cierto toque de humor marca de la casa que permite al espectador empatizar enseguida con los protagonistas principales, inmersos en una aventura sobrenatural. El resultado se antoja un mosaico de escenas ya vistas en otras propuestas, con la salvedad de que están bien engrasadas y articuladas, dando pie a un despliegue de efectos visuales y coreografías de lucha sensacionales.

El verdadero sentido de este filme responde a una obsesión que Disney no oculta: la conquista del mercado asiático, con China a la cabeza. Ya lo intentó con 'Mulan', que no ofrecía nada nuevo para cualquier aficionado al género 'wuxia', donde reinan la espada y las artes marciales. La competencia es voraz, con premisas mucho más originales, viendo la cantidad exorbitante de producciones orientales que arrasan en su país de origen y cruzan las fronteras. No es la primera vez, no obstante, que surge la idea del salto del papel a la imagen real de este personaje marvelita. En los años 80 el propio Stan Lee, ideólogo de La Casa de las Ideas, se entrevistó con el malogrado Brandon Lee para que lo interpretase. Décadas después, cineastas como Stephen Norrington o Ang Lee se mostraron interesados en desarrollar un proyecto encabezado por el maestro luchador. Las iniciativas cayeron en saco roto hasta el presente.

En su incursión inicial en el Universo Cinematográfico de Marvel, una apisonadora imparable cuyas armas promocionales devienen cansinas, Shang-Chi debe plantar cara a su propio pasado y redescubrirse a sí mismo, una tarea complicada, con recovecos inesperados, que se ve acelerada por la irrupción en escena de un enemigo arrollador, El Mandarín, interpretado por Tony Leung, un clásico del cine oriental presente en obras magnas como 'Deseando amar' o 'Acantilado rojo'.

David Callaham, responsable del guion de la decepcionante 'Wonder Woman 1984', firma la historia de un estreno que ve la luz únicamente en el circuito de exhibición tradicional en salas y esquiva el lanzamiento directo online en paralelo vistos los resultados de 'Viuda Negra'.