'Una joven prometedora': un bello golpe al machismo
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Nominada a cinco Oscar, incluyendo mejor película y directora, es una de las grandes películas del año, un puñetazo a los privilegios masculinos en una sociedad decadenteSecciones
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Nominada a cinco Oscar, incluyendo mejor película y directora, es una de las grandes películas del año, un puñetazo a los privilegios masculinos en una sociedad decadenteNo es fácil acercarse como espectador a una película llena de aristas como 'Una joven prometedora', uno de los grandes filmes de la temporada, a falta de muchos títulos por estrenar. Un debut exultante, que puede resultar exasperante si no hay la suficiente complicidad con su forma, algo burda de manera consciente, y su duro mensaje, reforzado por un desenlace tan sorprendente como arriesgado que supone un puñetazo en el cerebro y el estómago. La debutante Emerald Fennell opta por ir desgranando información sembrando cierto desconcierto en la audiencia, en secuencias que varían su estilo, con estética de cine independiente o de comedia americana de siempre. Tritura clichés en beneficio del todo, pero estos generosos vaivenes, sobre todo en su tramo final, pueden suponer su mayor atractivo y su peor efecto de cara a un público no exento de prejuicios. Es decir, sus virtudes más destacadas pueden ser su terribles defectos, dependiendo de la perspectiva que se tome frente a la pantalla. Feminista a rabiar, razón de más para despertar filias y fobias en el actual escenario político, el trabajo deCarey Mulliganes incontestable, elaborando un rol nada sencillo que se va retorciendo según avanza la acción. Encarna a una mujer perdida, que ha echado por tierra su aparente futuro excelso como estudiante. Atrás queda una posible vida convencional de éxito, debido a un incidente infame que se va destapando. Los secretos oscuros van fluyendo, construyéndose, pieza a pieza, un rompecabezas que congela cualquier expresión una vez encajado el último fragmento. Ofrece entonces una imagen tremebunda que pone en entredicho nuestra condición como seres humanos que, demasiadas veces, miramos para otro lado y no damos importancia a injusticias cercanas que alimentan traumas destructivos.
'Una joven prometedora' arremete con nervio e inteligencia contra el macho alfa y su séquito. Torpedea la masculinidad tóxica en un ejercicio de malabarismo con el cine de género, cuyos códigos maneja en su beneficio caminando sobre el alambre. El humor negro irrumpe incómodamente para subrayar la indecencia y señalar toda sonrisa inapropiada mientras nos preguntamos qué acabamos de ver. Fennell puede mostrarse torpe en algunos encuadres, a los ojos de un espectador acomodado, pero conociendo su paso por la recomendable serie 'Killing Eve', de mimada estética, cabe comprender que todo aquello que puede chocarnos, que se sale de un esquema previo, es así y está ahí por algo. La directora conoce su propósito, huye de lo previsible con acierto y emplea los mecanismos del 'rape and revenge' -no es tan cruenta y explicita como 'I Spit on Your Grave', pero comparte su visceralidad simbólica- para formular un claro alegato contra la violencia de género que puede resultar reaccionario si no se debate en su contexto. El filme, nominado a cinco Oscar -ya estuvo en los Globos de Oro y le llueven los galardones y nominaciones-, es pura ficción, por ello se permite cambiar de registro en pos de un agradecido moralismo pop que le ha situado en el ojo del huracán. Precisamente, todo título que no deja indiferente, que abre nuevas vías de expresión e invita al coloquio, no solo entre cinéfilos, es digna de aplauso, máxime en los tiempos que corren, donde cada día es más complicado encontrar una mirada autoral que pueda atraer al gran público con producción estadounidense y cierto hálito comercial.
Más allá de la evidente perspectiva de género y la denuncia a la cultura de la violación que agita 'Una joven prometedora', su valor como película hija de su tiempo es otro punto a favor de un drama que se disfraza de thriller por momentos, muta al horror doméstico y se deja llevar por la comedia negra con una fluidez encomiable. Es inapelable su aureola polémica, bienvenido sea todo talante provocador en una sociedad machista infantilizada. Una ópera prima libre y salvaje, sin la necesidad de recurrir al ruido para el regocijo de una audiencia receptiva y abierta de miras. Si únicamente se busca la evasión, los giros de guión de esta hermosa venganza y el arrojo de Mulligan, nominada al Oscar, son razones más que suficientes para el entretenimiento. Ella busca la salvación con una doble vida que quizás no sea lo que parece. No es no. Disfruten del sabor agridulce.
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