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Que viene el Hombre del Saco, niño. En el origen de esta leyenda española se entremezclan incultura y superstición. 28 de junio de 1910 en Gádor, Almería. Francisco Ortega Rodríguez, alias 'El Moruno', es un agricultor sentenciado por la tuberculosis. Un curandero le receta el ... demencial remedio: beber sangre caliente de un pequeño y ponerse sobre el pecho sus mantecas. El niño Bernardo González, de siete años, fue la primera víctima del Hombre del Saco, una amenaza que caló en el folclore popular y que millones de padres desde entonces han infundido a sus hijos.
Un cuento de viejas que adopta distintos nombres según las diferentes culturas y que ahora salta al cine de la mano de Ángel Gómez Hernández, un realizador curtido en el cortometraje y con un largo también de terror a sus espaldas, 'Voces' (2020). «Hablamos del primer monstruo que cualquier niño descubre en algún momento temprano de su vida. Antes que Frankenstein, Drácula...», apunta el director. El arranque del filme, que llega este 11 de agosto a las salas españolas, deja clara la simbología de un personaje que ha desafiado épocas e influencias extranjeras. El Hombre del Saco «simboliza el miedo que todos sentíamos de niños a la hora de irnos a dormir».
Producida entre otras por Bowfinger, la empresa de Santiago Segura y María Luisa Gutiérrez, esta coproducción entre España y Uruguay apuesta por el terror en su primer tramo para derivar después en una aventura juvenil en la onda 'Stranger Things'. Recrea el suceso con el que nace la leyenda (el filme se subtitula 'El origen del mito') y salta a nuestros días para viajar al Gádor actual. Allí recala una madre que acaba de enviudar (Macarena Gómez)junto a sus tres hijos. Pronto descubrirán que la localidad vive atemorizada por una serie de desapariciones de chavales, que ocurren cíclicamente.
Gómez Hernández no descubre la pólvora y echa mano de los tópicos del género, consciente de que siguen funcionando. Estos chavales acumulan traumas, curiosean en una casa en lo alto de la colina y se enfrentan a armarios que se abren, sábanas que se deslizan debajo de la cama y sustos con la música bien alta. Van en bici pero, ay, su espejo no es 'Verano azul' sino más bien, como hemos dicho, 'Stranger Things'.
Son hijos de su tiempo, pegados al móvil, concienciados por la ecología y obsesionados por ser youtubers de éxito. 'El Hombre del Saco' atesora buenas ideas de guion.Como la aparición de luciérnagas que anticipan la presencia del monstruo o el hecho de que éste se alimente de la culpa que los padres han inoculado a sus hijos. El casting también trae propina, como Manolo Solo con melenón a mitad del relato, una resucitada Ruth Gabriel o Javier Botet como estrella invitada en los compases finales, cuando entramos en la guarida de una criatura que conserva a sus víctimas en sacos, como si fueran vainas de 'La invasión de los ultracuerpos'.
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Ángel Gómez Hernández pretende recuperar «ese escalofrío al creer que en un oscuro rincón de nuestra habitación hay alguien observándonos». «Esa sensación inquietante e ineludible de cualquier niño que, tras haberse portado mal, cree con certeza que un terrorífico monstruo vendrá a llevárselo». 'El Hombre del Saco' apuesta por nuestros terrores locales, y por eso le hubiera venido bien más costumbrismo y deje local, más 'Verano azul' y menos 'Stranger Things'.
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