La despedida de Craig en 'Sin tiempo para morir'

En cartelera ·
Última película de la saga James Bond con Daniel Craig a la cabeza del reparto. Se cierra una etapa que ha mostrado a un héroe vulnerable, con un carisma complicado

Borja Crespo

Jueves, 30 de septiembre 2021 | Actualizado 07/07/2022 14:11h.

El superagente 007 ha ido cambiando de rostro y maneras a lo largo de la historia del cine, manteniendo su flema británica, pero no el mismo comportamiento misión a misión. Sus aires de machirulo conquistador han dado paso a un toque seductor menos histriónico. Si ... Sean Connery era un galán, ahora trasnochado, y Roger Moore se dejaba llevar por la ironía en exceso, Daniel Craig, el último actor que da vida al popular personaje escrito por Ian Fleming, es un sujeto hierático, elegante pero bruto cuando toca. Se mantiene el rollo varonil, pero da signos de flaqueza, un James Bond a ratos crepuscular. Tras 'Casino Royale', 'Quantum of Solace', 'Skyfall' -con la cual se celebró el 50 Aniversario del popular personaje en el cine,- y 'Spectre', llega a la cartelera, con ánimo de comérselo todo, la última entrega de las tribulaciones del ahora antihéroe, impulsada hace unos días con una premiere con alfombra roja repleta de rostros famosos y una campaña de marketing extrema, coronada por la difusión de la canción interpretada por la multiventas Billie Eilish, una pieza que ha funcionado como avance de la propia película y la banda sonora. 'Sin tiempo para morir', elocuente título, parece recuperar definitivamente el ritmo de lanzamientos cinematográficos con pegada tras los estragos de la pandemia en el sector (el filme estaba desde hace tiempo esperando en un cajón el momento ideal para ver la luz en las salas). Las franquicias mueven al gran público, cuyas costumbres de consumo cultural se han trastocado.

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Es difícil no caer rendido a los pies de Craig y su interpretación visceral del famoso superagente. Con 'Sin tiempo para morir', cuyo metraje dura la friolera de 160 minutos y subiendo, el actor británico vuelve por quinta y última vez para cerrar un recorrido que presentó a un nuevo Bond al mundo. Retirado del servicio activo, parece haber encontrado una existencia equilibrada en Jamaica, pero un viejo compañero de fatigas contacta con él solicitándole ayuda. Un científico secuestrado enciende la llama de una nueva aventura en la vigesimoquinta película oficial de 007, rodada en los estudios Pinewood, Reino Unido, y en localizaciones de Londres, Italia, la propia Jamaica y Noruega. Como en toda entrega de esta grandilocuente saga, no falta un villano carismático, excéntrico y cruento, esta vez interpretado por Rami Malek, el rostro enigmático de la serie 'Mr. Robot' y el Freddie Mercury de la terrible 'Bohemian Raphsody'. El apartado femenino también deslumbra, como mandan los cánones, con la presentación de Ana de Armas -que ya compartió encuadre con Craig en la genial 'Puñales por la espalda'-, en la piel de una agente con principios que toma decisiones propias, alejándose del rol de simple seductora. Se unen en la gesta Lashana Lynch ('Capitana Marvel'), además de estar presentes Naomie Harris y Léa Seydoux, vistas en anteriores entregas del moderno James Bond.

Cary Joji Fukunaga, encumbrado gracias al éxito de la serie de culto 'True Detective', es el primer estadounidense que dirige una película de James Bond. Su propuesta, situada en el tiempo cinco años después de los hechos de 'Spectre', sufre algún altibajo en el ritmo, inevitable si atendemos a su duración, pero ofrece un espectáculo de entretenimiento con mayúsculas, basado en la tensión y alguna sorpresa, con épicas escenas de acción que se disfrutan mejor, indudablemente, en pantalla grande pasando por taquilla. Los secretos, la traición y la confianza funcionan como columna vertebral de un esperado filme que probablemente supondrá la vuelta a los cines de muchos espectadores. Un cierre ideal para una etapa defendida con arrojo por Daniel Craig, al que echaremos de menos. ¿Quién le sucederá vestido con esmoquin revólver en mano? Por cierto, atención al diseño de los créditos, todo un subgénero en la popular saga.