La vasca Alauda Ruiz de Azúa arrasa en Málaga con 'Cinco lobitos'

Estrenada mundialmente en la sección Panorama de la pasada Berlinale, 'Cinco lobitos' narra las desdichas de una mujer de 35 años que acaba de dar a luz (Laia Costa) y descubre que la maternidad no es lo que esperaba. Con un padre de la criatura ausente por cuestiones de trabajo (Mikel Bustamante), la protagonista abandona Madrid y regresa al pueblo de la costa vasca donde creció para vivir temporalmente en casa de sus aitas (Susi Sánchez y Ramón Barea). Deberá entonces cuidar de su bebé, pero también de sus padres. «Mi maternidad cambió muchas cosas en mi vida, entre ellas, la forma en que veía a mis padres», explica la realizadora. «Yo me había convertido en madre y ellos en abuelos. Más que un evento idílico, la maternidad me pareció un meteorito que arrasó con todo y provocó que las relaciones familiares no volvieran a ser las mismas. Mi familia se había convertido en otra».

'Cinco lobitos' llegará a los cines el próximo 20 de mayo y figurará sin duda en las nominaciones a los Goya, donde tiene asegurada la estatuilla en la categoría de dirección novel. Los complejos de culpa derivados de la maternidad, la enfermedad y el peso de la herencia familiar son algunos de los temas de una cinta rodada en su mayor parte en Bakio y Mundaka y producida por Encanta Films, BuenaPinta Media y la vasca Sayaka Producciones. Admiradora del cine de Yasujiro Ozu e Hirokazu Kore-eda, Alauda Ruiz de Azúa es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Deusto y diplomada en Dirección en la Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid (ECAM). Afincada en Madrid desde años, ha firmado cortos premiados en festivales internacionales como 'Clases particulares', 'Dicen' y 'Nena'. «¿Cómo se aprende a ser madre? ¿Cómo cambia nuestra propia maternidad la forma en que vemos a nuestros padres?», escribe en las notas promocionales del filme. «He querido que 'Cinco lobitos' combine el retrato generacional sobre madres actuales con el de esas otras madres, ahora abuelas, que se quedaron en casa, cuidaron de la familia y sin las cuales no se entiende la sociedad actual».

El premio de interpretación femenino en Málaga recompensa la labor en el filme de Laia Costa y Susi Sánchez. La actriz barcelonesa, habitual del cine independiente y con numerosos trabajos en inglés fuera de nuestras fronteras, aporta la vulnerabilidad a una mujer al borde de la depresión postparto, que deberá sacar fuerzas para asumir la carga de atender a unos padres que ve con nuevos ojos. La veterana Susi Sanchez, ganadora en 2019 del Goya a la mejor actriz protagonista por 'La enfermedad del domingo', habla con acento vasco y compone una de esas madres de esta tierra ariscas y directas, a la que no le queda más remedio que dejarse cuidar. El sensible trabajo de Ramón Barea en la piel del padre, pleno de detalles, hubiera merecido la Biznaga de Plata al mejor actor de reparto, que ha sido para el chileno Nicolás Poblete por 'Mensajes privados'.

El Festival de Málaga ha celebrado sus 25 años abrazando la normalidad y sin restricciones de aforo en la salas. Volvieron la alfombra roja, los encuentros con el público y las fiestas, a pesar de que la calima y las lluvias afearon los últimos días del certamen. La Biznaga de Oro a la mejor película iberoamericana corresponde a la cinta boliviana 'Utama', en la que el debutante Alejandro Loayza pone en escena la historia de amor de dos ancianos quechuas del altiplano andino que pastorean llamas y se ven asediados por la sequía del cambio climático. Un drama ganador del premio del jurado en Sundance, protagonizado por actores no profesionales, que, al igual que 'Cinco lobitos', también habla de la familia. 'Utama' ha sido merecedora asimismo de la Biznaga de Plata a la mejor dirección, el premio a la mejor música y el galardón especial del jurado de la crítica.

El argentino Leonardo Sbaraglia es el mejor actor protagonista gracias a la cinta de Leonardo Brzezicki 'Ámame', en la que se desnuda por dentro y por fuera para encarnar a un padre homosexual y descuidado con su hija, que busca desesperadamente quien le quiera para no mirar en su interior. Uno de esos papeles en los que un actor se vacía y lo da todo. Finalmente, el Premio Especial del Jurado es para la española 'Mi vacío y yo', en la que el director Adrián Silvestre ficcionaliza las vivencias de una joven trans francesa.