Tras el final de la I Guerra Mundial surgió en Alemania un movimiento cinematográfico heredero de las corrientes artísticas de las últimas décadas del XIX, que se prolongó durante 15 años
Los restos de lo que había sido el Imperio Austrohúngaro, ya dividido en diferentes naciones, necesitaron reinventarse tras el final de la Primera Guerra Mundial. En este contexto el cine alemán que se movía alrededor de los míticos estudios de la UFA, puso sus ojos en las tradiciones artísticas centroeuropeas de finales del siglo XIX.
El llamado cine expresionista aparece en una época de grandes turbulencias sociales y políticas en la que los alemanes presenciaron la feroz represión del gobierno a los grupos revolucionarios y descubrieron que, aparte de la humillación de la derrota en la Gran Guerra, las estructuras dominantes heredadas del siglo XIX no habían desparecido. El cine mira hacia temáticas fantásticas o terroríficas, con tramas barrocas, decorados imposibles y fotografía e iluminación muy contrastada entre luces y sombras. El principal atractivo de estas películas reside en su anormalidad escenográfica con una función meramente dramática y psicológica, y no como algo decorativo.
La UFA da sus primeras oportunidades a cineastas como Fritz Lang, Robert Wiene o Friedrich Murnau, entre otros. Antecedentes del cine expresionista se consideran 'El estudiante de Praga' (1914), de Paul Wegener y del danés Stellan Rye, en torno a un estudiante que por amor vende su imagen reflejada en los espejos, 'El Golem' (1914), de Paul Wegener y Henrik Galeen, sobre una antigua leyenda judía en torno a un hombre de arcilla al que un rabino llena de vida gracias a una fórmula mágica, y 'Homunculus' (1916) de Otto Ripert. Todas ellas anticipan algunas características que serán fundamentales para el cine expresionista.
El boom expresionista
La primera gran película expresionista es 'El gabinete del doctor Caligari' (1920), de Robert Wiene, cineasta que ese mismo año había hecho previamente 'Genuine: A Tale of a Vampire', una sobre fantástica sobre la llegada de una chica salvaje a la civilización. La película se la ofrecieron previamente a Fritz Lang, que la rechazó.
'El gabinete del doctor Caligari' fue un éxito enorme, pero Wiene fue después de fracaso en fracaso. Pero la semilla ya estaba plantada. Henrik Galeen y Paul Wegener resucitan 'El Golem', en una nueva versión de 1920.
Friedrich Wilhelm Murnau hace 'Nosferatu, el vampiro' (1922), a la que seguirán 'El último' (1924), 'Tartufo' (1925) y 'Fausto' (1926); el pintor y escenógrafo Paul Leni hace 'El hombre de las figuras de cera' (1924); Arthur Robinson, 'Sombras' (1923), una película en la que, sin rótulos, toda la intriga se narra a través de sombras: el rumano Lupu Pick hace 'Scherben' y 'Sylvester'. Fritz Lang filma 'Las tres luces' (1921), 'El doctor Mabuse' (1922), la colosal epopeya en dos partes 'Los Nibelungos' (1923 – 1924), y en 1926 la gran obra maestra 'Metrópolis'; También dentro del cine expresionista están 'La crónica de Grieshuus' (1925), de Arthur von Gerlach o 'La calle sin alegría' (1925), de G.W. Pabst. La última del género sería 'El testamento del doctor Mabuse' (1933), de Fritz Lang.
Siete títulos imprescindibles del cine expresionista
1920
'El gabinete del doctor Caligari'
Dirigida por Robert Wiene muestra como en una ciudad del norte de Alemania, se anuncia el espectáculo ambulante del doctor Caligari. Un empleado municipal que le niega al doctor el permiso para actuar, aparece asesinado al día siguiente.
1920
'El Golem'
Dirigida por Paul Wegener y Karl Boese, fue la primera gran película sobre monstruos de la historia. Un astrólogo, rabino y jefe de la comunidad judía de Praga del siglo XVI, predice el destino fatal que aguarda a los miembros de su religión. Cuando el emperador decreta una persecución, moldea en barro la imponente figura de un golem que cobrará vida como un espíritu demoníaco.
1922
'Nosferatu'
Dirigida por F.W. Murnau y protagonizada por Max Schreck, Gustav von Wangenheim y Greta Schröder es una inquietante película de terror que adapta el 'Drácula', de Bram Stoker, pero que al no lograr los derechos de la historia Murnau decidió filmar su propia versión de la novela cambiando el nombre de Drácula por el de Nosferatu.
1922
'El doctor Mabuse'
Dirigida por Fritz Lang, adapta una novela de Norbert Jacques con un personaje destinado a dar mucho juego en la historia del cine. La película consta de dos partes: 'El gran jugador' y 'El infierno'. El doctor Mabuse es un villano que no se siente atraído por los bienes materiales, sino por el placer que le proporciona jugar con el destino de los hombres.
1925
'La calle sin alegría'
Dirigida por George W. Pabst y protagonizada por una primeriza Greta Garbo es una crónica de la miseria social posterior a la guerra: En uno de los barrios bajos de Viena, una mujer es asesinada. El secretario de un cliente de su marido es detenido cuando se demuestra que fue la última persona que estuvo con ella.
1926
'Fausto'
Dirigida F.W. Murnau recrea el mito de Fausto a través de las adaptaciones de Goethe y Christopher Marlowe. La cinta explora los más recónditos deseos del ser humano por encontrar la juventud eterna, la riqueza material y el gozo por los placeres mundanos.
1926
'Metrópolis'
La famosa película futurista de Fritz Lang, la más costosa y espectacular producción alemana de la época muda, es una visión terrible de un mundo futuro donde la gente, dependiendo de su clase social, vive en territorios totalmente diferenciados. Mientras la clase dominante habita en la parte alta de los edificios y disfruta de los Jardines de la Eternidad, los obreros habitan en los subterráneos de la ciudad.
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