Aquel cine español de la República

Cuando en 1930 Francisco Elías estrena 'El misterio de la Puerta del Sol', la primera película sonora española, el fracaso es absoluto y hunde en la ruina a sus productores. Se podía hacer una película sonora, pero que no se podía proyectar porque los cines españoles no estaban adaptados para el sonoro.

De esta manera cuando en 14 de abril de 1931 se proclama de II República, pilla a los cines españoles en plena transformación para poder proyectar películas sonoras. Ya no había vuelta atrás y en España se empiezan a rodar masivamente películas sonoras. Películas, que hasta la Guerra Civil eran enormemente populares, superando en aplausos a las que llegaban de Hollywood.

Dos motivos sobresalen para este éxito. En aquellos primeros años del cine sonoro no existía el doblaje. Las películas que llegaban de Hollywood se podían ver con unos rudimentarios y escasos subtítulos o con un narrador que en el propio cine iba «contando» lo que decían los actores, ya que el analfabetismo era aun muy grande en la España de entonces.

Ante esto, el propio Hollywood buscó soluciones: las dobles versiones: O los propios actores repetían los diálogos en los diferente idiomas (lo que obligaba a rodar una misma película dos y tres veces), caso de, por ejemplo, Laurel y Hardy, que hablaban, con un acento horrible, en castellano. También se repetían los rodajes con actores hispanohablantes y mientras de día se rodaban las grandes producciones de Hollywood en inglés, por las noches, y en los mismos decorados, una pléyade de actores hispanos ocupaban el lugar de las estrellas y repetían los planos hablando en castellano.

El caso de 'Drácula' fue el más significativo, pero hubo muchos más. El problema es que aquellos actores hispanos eran españoles, mexicanos, argentinos, cubanos… y cada uno hablaba con su acento, con el resultado de que aquellas producciones de Hollywood en castellano resultaban tan extrañas en España como en México, Cuba o Argentina. Un motivo para que el cine español no tuviese verdaderos competidores.

El otro motivo es que el cine español apuesta por temas muy populares. Mientras Hollywood apuesta sobre todo por el musical, aquí se hace por los sainetes, los dramas pasionales y por el folclorismo con la copla andaluza en primer término. A la vez que Miguel de Molina triunfa en la copla, se encumbran actores como Miguel Ligero e Imperio Argentina, y directores como Florián Rey y Benito Perojo. Sin olvidar a Luis Buñuel y su imprescindible documental 'Las Hurdes, tierra sin pan', que fue prohibido por la República.

De auténtico nombre Magdalena Nile del Río debuta en 1924 en el Teatro Romea de Madrid. En bautizada como Imperio Argentina por Jacinto Benavente. Debuta en el cine de la mano de Florián Rey, que será su mentor y pareja durante años, en 1927 con la versión muda de 'La hermana San Sulpicio'. Su gran éxito fue 'Morena Clara'. La actriz, que siempre compaginó la canción con la interpretación, rodó durante la guerra civil en Alemania películas como 'Carmen' o 'La canción de Aixa'.

Fue el actor más popular de la época, Debuta en 1926 con 'Frivolinas', protagonizando 'Su noche de bodas', 'Susana tiene un secreto', 'Nobleza baturra', 'La verbena de la Paloma', 'Morena Clara' o 'El barbero de Sevilla' que rueda en Alemania en 1938.

Se inició como actor aunque ya en el cine mudo encaminó sus pasos hacia la dirección, a partir de 1924 con 'La Revoltosa' Entre sus grandes éxitos, 'La aldea maldita', 'Sierra de Ronda', 'La hermana San Sulpicio', 'Nobleza baturra', 'Morena Clara'....

Fue el primer gran productor del cine español, tarea que compaginó con sus trabajos como director, y en sus inicios, también como actor. Como productor debuta en 1931 con 'El embrujo de Sevilla', que también dirige. En los años de la República dirige éxitos como 'El negro que tenía el alma blanca'. 'Se ha fugado un preso' o 'La verbena de la Paloma'.