El lehendakari Iñigo Urkullu se ha mostrado «muy preocupado» por la paralización de la tramitación de la ley de amnistía en el Congreso por parte de Junts. «Me preocupa que no haya un entendimiento entre el Gobierno español y los partidos catalanes. No solo ... para la futura ley de amnistía, sino por lo que significa para la estabilidad del Gobierno», ha asegurado el dirigente vasco, que estos días se encuentra de viaje oficial en Bruselas, donde se ha reunido con varios representantes de la Comisión Europea.
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Tras esas reuniones y al conocerse la noticia de la negativa de Junts a apoyar la propuesta de ley de amnistía, Urkullu ha destacado que le inquieta que «una iniciativa tan controvertida, que ha sido negociada con los partidos catalanes, sufra todavía esta situación». Al mismo tiempo, el lehendakari ha añadido que se hace cargo de «la dificultad» que tiene el Ejecutivo de Pedro Sánchez, «en una situación en la que necesita de todos los votos todo el tiempo». «Parte de su estabilidad institucional está volcada en su entendimiento con Cataluña y si eso no se ha producido es realmente preocupante», ha subrayado.
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María Eugenia Alonso
Esta no es la primera vez que el lehendakari muestra su intranquilidad por la situación política nacional. Ya en octubre, durante su viaje a Japón y antes de la investidura de Sánchez como presidente, alertó de la posible inestabilidad de su Gobierno y del «riesgo» de que no llegue a agotar su mandato. «No es solamente Puigdemont», deslizó, en referencia al amplio abanico de partidos con los que el PSOE debe pactar para sacar adelante sus iniciativas. A ese delicado equilibrio hay que sumarle, además, la mayoría del Partido Popular en el Senado.
En la apretada agenda del lehendakari este martes ha habido un encuentro con la comisaria de Democracia y Demografía a la que presentó una propuesta para aumentar la participación de las regiones en la Unión Europea (UE). En ella, pide que Euskadi sea consultada y pueda tomar partido en las «fases tempranas» de la legislación comunitaria que competen a su región. Se trata, en definitiva, «de que países sin Estado como Euskadi puedan ser dueños de su futuro dentro de la UE», ha subrayado Urkullu. El objetivo es que «nuestro punto de vista, de las regiones y naciones que conformamos Europa, sean escuchadas y tomadas en consideración».
Los encuentros con el vicepresidente Maros Sefcovic y la comisaria de Cohesión, Elisa Ferreira, han servido informar de la agenda verde de Euskadi y para dar impulso al proyecto de la Macrorregión del Arco Atlántico. Esta iniciativa es «clave para situar los intereses de la fachada atlántica en la agenda europea», ha asegurado Urkullu. El proyecto busca dirigir la financiación europea a la región, que uniría Portugal, España, Francia e Irlanda. Esta demanda -que es «una prioridad máxima» para el Gobierno vasco- entró en la mesa del Consejo de Asuntos Generales en diciembre y ahora el balón está en el tejado del Ejecutivo comunitario, que deberá dar el mandato para su creación. «He solicitado la ayuda de la Comisión Europea para dar este último impulso y he encontrado una gran receptividad», ha declarado el dirigente vasco.
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Este miércoles, el lehendakari pondrá fin a su viaje oficial con un encuentro con el presidente catalán Pere Aragonès. Después, ambos intervendrán en un foro sobre el derecho a la autodeterminación. «Defenderé que la Unión Europea debe dar cabida, protagonismo y cauce de expresión a la pluralidad de realidades nacionales que la conforman», ha destacado en una recepción ante la comunidad vasca en Bruselas.
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