Quim Torra y Roger Torrent. EPA

Torra aprieta a Torrent para que no ceda a las exigencias de la Junta Electoral

El presidente de la Cámara catalana convoca el pleno para el lunes donde deberá decidir si retira o no el acta de diputado al president

Cristian Reino

Barcelona

Viernes, 24 de enero 2020, 14:58

Toda la presión recayó este viernes sobre Roger Torrent que tiene que decidir si retira el acta a Quim Torra o ignora a la Junta Electoral Central y el lunes deja votar al presidente de la Generalitat en el primer pleno del año en el ... Parlament catalán. Torrent recibió presiones por todas partes. De la oposición, advirtiéndole de las consecuencias penales de desobedecer. También de los letrados del Parlament, que aseguraron que la decisión sobre Torra es «política» y que le corresponde adoptarla al presidente de la Cámara catalana porque ellos solo realizan informes no vinculantes. Y sobre todo recibió fuertes presiones del Govern y del presidente de la Generalitat, que hizo este viernes suya la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque. Torra descargó con fuerza contra la Junta Electoral Central, que el jueves dio 48 horas a Torrent para que ejecute la retirada del acta al líder nacionalista, pero al mismo tiempo marcó de cerca al dirigente de ERC.

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Torra, en un comunicado muy duro emitido por el Palau de la Generalitat, arremetió contra la Junta Electoral que a su juicio aprieta, «llegando a límites insostenibles e incompatibles con el Código Penal», al presidente del Parlament. Y amenazó con querellas por coacciones.

De cara a la parroquia independentista, Torra hizo una defensa cerrada del dirigente republicano. Aunque también quiso condicionar su posición. «La condición de diputado del president sólo le puede ser revocada, en caso de que exista sentencia firme, por el propio Parlament», avisó. Torra cuenta «con toda la legitimidad democrática» para seguir ejerciendo el cargo para el que fue elegido, recordaron desde el entorno del president catalán. Una llamada a cerrar filas y a apretar al dirigente de ERC, declarado traidor número uno por parte de JxCat desde que impidió la investidura a distancia de Puigdemont.

Complicada disyuntiva

Torrent eludió este viernes las cámaras. No acudió al Parlament en todo el día y guardó silencio absoluto. Su partido, ERC, también. La decisión es delicada para los republicanos, en pleno periodo preelectoral. De entrada, el presidente del Parlament dejó discurrir los acontecimientos y dio vía libre a la convocatoria del pleno para las 3 de la tarde del lunes, con la previsión de que haya una votación (el proyecto de presupuesto del Parlament y de los órganos estatutarios para 2020). Torrent podía haber pedido un nuevo informe a los letrados del Parlament, como le reclamó el PSC. Pero lo evitó. Fuentes jurídicas del Parlament apuntaron que el informe que ya elaboraron en un primer instante sigue vigente y este concluía que la Junta Electoral no es competente para retirarle el acta al presidente de la Generalitat.

Hay dos factores que pueden influir en el presidente de la Cámara catalana, más allá de las presiones. Si sigue adelante, sacrificando su futuro político, dará un balón de oxígeno a ERC, muy criticada en el independentismo próximo a JxCat que le acusa de haber traicionado al 'procés' pactando con el PSOE. Pero Torrent no ha querido desobedecer resoluciones judiciales en dos años que lleva en el cargo y ha tenido alguna oportunidad para hacerlo porque JxCat le ha puesto a prueba en varias ocasiones: la frustrada investidura telemática de Puigdemont y la suspensión como diputados de algunos de los presos del 'procés'. En ambas acató. El presidente de la Cámara catalana parece haber perdido la batalla con Pere Aragonès por ser el candidato a la presidencia de la Generalitat por lo que su eventual causa penal tendría menos efectos prácticos para ERC. Pero está por ver si está dispuesto a ello. En la Cámara catalana no hay que descartar piruetas de última hora.

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Si Torra vota en el pleno, puede haber consecuencias penales para Torrent (desobediencia) y para el president (usurpación de funciones) y puede colapsarse aún más la legislatura, que está en una continua espera a que el Supremo decida sobre la inhabilitación del jefe del Ejecutivo, lo que provocaría comicios o la elección de un sustituto. En el intervalo, todas las votaciones en las que participe Torra podrán ser impugnadas, incluidos los presupuestos del Govern, que llegan el miércoles a la Cámara.

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