El Supremo cita a Juan Lobato como testigo en el caso contra el fiscal general

Se da la coincidencia que exactamente se día y a esa misma hora Inmaculada Iglesias, titular del juzgado número 19 de Madrid, ha citado a Alberto González Amador, pareja de la presidenta, a declarar como imputado por dos delitos fiscales y falsedad documental. El instructor explica que acuerda esta citación a la vista de la información publicada «en relación con los hechos delictivos que se investigan en las presentes actuaciones».

Según desveló ABC, Presidencia del Gobierno -a través de Pilar Sánchez Acera, mano derecha del ministro Óscar López y entonces jefe de gabinete de Pedro Sánchez- intentó involucrar al líder del PSOE madrileño en la difusión de las informaciones reservadas sobre la causa por doble delito fiscal de González Amador. Pero Lobato, técnico de Hacienda del Estado –y esto no es baladí– rechazó participar en esa maniobra. Ante su negativa y, de acuerdo a la cabecera de Vocento, una compañera del PSOE indicó a Lobato que remitirían esta información a la periodista Angélica Rubio, que entonces dirigía el diario 'El Plural' y acaba de ser nombrada como miembro en el Consejo de Administración de RTVE a propuesta del PSOE y sus socios parlamentarios.

El dirigente madrileño depositó en una notaría el mensaje de WhatsApp que recibió el 13 de marzo de la jefa de gabinete del ministro Óscar López con el contenido del correo electrónico en el que el novio de Ayuso reconocía ante la Fiscalía los presuntos delitos fiscales que habría cometido. Lo hizo a principios de noviembre y después de que el Tribunal Supremo imputara al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por revelación de secretos.

En la providencia, el magistrado indica que Lobato deberá aportar copia del «acta de manifestaciones notariales» que, al parecer, realizó en relación con los hechos, según la información periodística.

Por otro lado, el instructor ha dictado un auto en el que rechaza acordar la suspensión cautelar y/o provisional de Álvaro García Ortiz como fiscal general del Estado y de María Pilar Rodríguez como fiscal jefe provincial de Madrid, que fue interesada por las acusaciones de Manos Limpias y la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales.

Lobato, que confirmó el domingo a ABC todos los extremos de la exclusiva, explicó este lunes que recibió de Moncloa un pantallazo del contenido del correo de González Amador pero, según su relato, le explicaron que éste mensaje procedía de los medios de comunicación y no de la Fiscalía. En la rueda de prensa posterior a la Junta de portavoces de la Asamblea de Madrid, Lobato defendió que acudió a la notaría sin consultarlo con nadie de su partido ni con Ferraz para acreditar que no hubo tal filtración. «Lo volvería a hacer hoy y cien veces», recalcó.

Todas estas informaciones han trascendido a las puertas del Congreso Federal del PSOE, que comienza este viernes en Sevilla, donde ya hay dirigentes de peso en la formación madrileña pidiendo que Lobato no encabece la delegación del PSM en el cónclave federal. En el partido el malestar con Lobato es generalizado en un asunto sobre el que dicen no entender nada. «Resulta que delinque el hermano de Ayuso y acaba siendo un problema para nosotros», afirma un barón territorial que mantiene buena relación con el líder madrileño. «Es que se ha matado, si es que aún tenía algo de vida», agregan fuentes cercanas a la dirección.

La polémica se produce apenas unas semanas después de que empezara el runrún político de que Moncloa estaría sopesando promover a Óscar López, hombre de confianza de Sánchez, como nuevo secretario general de los socialistas madrileños. Según el calendario pactado por la federación madrileña y Ferraz, el 7 de diciembre se presentarán las candidaturas y el 11 de enero la votación de las primarias. «Somos las decisiones que tomamos. Desde luego ahora mismo la federación está incendiada. Pero, por favor, basta ya de echar la culpa de todo a la dirección federal. Cada federación resolverá lo que tenga que resolver», agregan en Ferraz.

Por su parte, la presidenta madrileña señaló directamente a Sánchez, afirmando que se ha «orquestado un caso desde la mesa del presidente de Gobierno para intentar destruir a una rival política a través de su novio», afirmó en declaraciones a la prensa desde Corea del Sur, donde se encuentra de viaje institucional.