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Lo había dicho ya el PSC. Lo había dicho el PSOE. Pero este viernes fue el propio Pedro Sánchez el que alejó de manera rotunda la posibilidad de que los socialistas faciliten la formación de un Ejecutivo de la Generalitat liderado por Carles Puigdemont. ... El presidente del Gobierno llegó a equiparar el empeño del expresident en presentarse a la investidura con la actitud de Alberto Núñez Feijóo tras las generales del pasado año, cuando la imposibilidad de pactar con ninguna otra fuerza que no fuera Vox le impidió llegar a la Moncloa pese a ser el PP la fuerza más votada. «Le costará más o menos, pero tiene que asumir la realidad. No le dan los números», alegó.
A las puertas de la campaña para las elecciones europeas del 9 de junio, los populares siguen insistiendo en que tarde o temprano (después de esa nueva cita con las urnas), el presidente del Gobierno obligará a su candidato, Salvador Illa, a echarse a un lado para no poner en riesgo el indispensable apoyo de los siete diputados de Junts en el Congreso. Pero Sánchez desdeñó con contundencia ese escenario en una entrevista en La Sexta, la primera desde los determinantes comicios del pasado domingo en Cataluña .
El presidente esgrimió, por un lado, que perder los votos de los posconvergentes no sería tan grave. «Hay una mayoría parlamentaria amplia para sacar adelante distintas iniciativas», llegó a sostener. Pero también lanzó un aviso a los independentistas. «Los planos son distintos y conviene no equivocarse: el 23 de julio la ciudadanía catalana fue bastante explícita en el apoyo al Gobierno de coalición progresista», dijo.
En Moncloa siempre han blandido ese último argumento como razón de peso para desestimar que realmente pueda producirse un movimiento de Puigdemont que obligue a convocar elecciones anticipadas; algo que, el presidente aseguró este viernes que no está en sus planes. La tesis en el Gobierno es que los independentistas catalanes no pueden permitirse que sus electores les hagan responsables de la llegada al poder del PP y Vox y que no se arriesgarán, por tanto, a dar el paso de vetar los Presupuestos de 2025, el único golpe letal para Sánchez.
La amnistía al 'procés', el precio que asumió el jefe del Ejecutivo para mantenerse en el cargo, entrará en vigor en dos semanas, una vez el Congreso la apruebe definitivamente en un pleno previsto para el próximo día 30. La posibilidad de regresar a España sin ser detenido, tras seis años huido de la justicia, permitió a Puigdemont alimentar la ilusión de ser «restituido» como presidente legítimo de la Generalitat. Y en la dirección del PSOE no negaban durante la campaña su temor a haber resucitado al 'monstruo'. Ahora, sin embargo, presumen de lo contrario, convencidos de disponer de una gran baza electoral en su pugna con el primer partido de la oposición.
Sánchez arguyó este viernes que pese a sus propias dudas, el PSOE arriesgó con sus cesiones al independentismo y acertó. «Nos la hemos jugado porque creíamos que merecía la pena y al final teníamos razón», reivindicó. «Una de las lecturas 12- M es que no se pueden dejar cronificar los problemas ni rehuir los debates. Hay que afrontarlos. Es lo que ha hecho el Gobierno, con una oposición furibunda, y los resultados son la superación de una grave crisis institucional en la que el independentismo fue una parte activa y el PP demostró su impericia para ponerle coto», alegó.
Illa, ganador indiscutible de la elecciones con 42 escaños de 135 frente a los 35 de Puigdemont, no tiene votos suficientes para superar un debate de investidura y aspira a lograr el apoyo de los comunes y de ERC, ahora sumido en una fuerte crisis interna, para conseguirlo. Pero los socialistas insisten en que el hecho de que el independentismo no sume mayoría por primera vez desde 1984 es ya en sí mismo una victoria de la que se sienten actores principales. Sánchez ni siquiera reconoció mérito alguno a que el PP haya pasado de tres escaños en 2021 a 15. «Si uno suma el porcentaje de voto de la derecha en Cataluña siempre ha sido el 20%. Solo que hace unos años se dividía entre tres, con Ciudadanos, y ahora son dos, PP y Vox ¿Eso es lo que celebra el señor Feijóo? Pues yo estoy encantado», ironizó.
Sánchez, que lleva un par de días acusando a los populares de resistirse a dar por muerto el 'procés' al seguir alimentando el choque, insistió en que el 12-M les ha dejado sin discurso y los llamó a rendirse a la evidencia. Incluso los interpeló, como al resto, para evitar una repetición electoral con el argumento de que «la sociedad catalana no la aceptaría». Y una vez más, instó a Feijóo a renovar el Poder Judicial. «Se les ha caído el discurso», repitió.
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