Sánchez encara el avance de la imputación de Ábalos sin admitir sospecha alguna al cesarlo
'Caso Koldo' ·
Reitera que su salida del Gobierno se debió a una remodelación para relanzarlo tras la pandemia y asegura que volvería a rescatar a Air Europa'Caso Koldo' ·
Reitera que su salida del Gobierno se debió a una remodelación para relanzarlo tras la pandemia y asegura que volvería a rescatar a Air EuropaEl 'caso Koldo', transformado en el 'caso Ábalos' a raíz del informe destapado por la UCO hace dos semanas que empujó al juez Ismael Moreno a emprender los pasos para la previsible imputación del exministro de Transportes y ex secretario de Organización del PSOE, ... volvió a oscurecer ayer la agenda del presidente del Gobierno. El desplazamiento de Pedro Sánchez a la localidad portuguesa de Faro, para comandar la cumbre hispano-lusa junto al primer ministro del país vecino, Luís Montenegro, se vio opacado por un trámite del instructor de la Audiencia Nacional que, no por esperado, dejó de sacudir una política española en ebullición cotidiana: la elevación al Supremo del auto en el que Moreno pone negro sobre blanco los indicios existentes contra Ábalos que le sitúan en el epicentro del entramado presuntamente corrupto del que el empresario Víctor de Aldama era el galvanizador. Un auto que llevará a la Sala de lo Penal, salvo sorpresa mayúscula, a requerir el suplicatorio al Congreso para que le permita investigar al hoy diputado del Grupo Mixto, convertido en un severo quebradero de cabeza para Sánchez y su antiguo partido.
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El presidente dio muestras de la incomodidad ante las preguntas formuladas por los periodistas en una comparecencia que tuvo que interrumpirse por una indisposición de Montenegro. Sánchez insistió en desvincular la destitución de Ábalos como miembro de su Gobierno en julio 2021 de los hechos por los que el exministro y exnúmero tres del PSOE está a punto de ser imputado. El jefe del Gobierno, que ya negó el pasado febrero, cuando estalló el escándalo, haber estado al tanto de la posible participación del que fuera su hombre de confianza en una trama de corrupción que hizo negocios con la venta de mascarillas a instituciones públicas durante la pandemia, volvió a afirmar ayer que aquel cese tuvo que ver solo con la necesidad de «relanzar» al Gobierno tras el desgaste sufrido con la gestión de una época crítica por el coronavirus. «Por enésima vez sobre la cuestión», enfatizó para evidenciar su malestar con las preguntas sobre este tema.
El informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que ha servido al juez Ismael Moreno para elevar al Supremo la exposición razonada en la que solicita la imputación del exministro apunta a que la relación entre Sánchez y Ábalos atravesó un mal momento a raíz de la gestión del polémico viaje de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, a Madrid. El Gobierno defendió en su día, en sede parlamentaria, que Ábalos había ido a Barajas para evitar que Rodríguez pisara suelo español y esquivar una «crisis diplomática» al tener vetada la entrada en el espacio Schengen. El citado informe recoge, sin embargo, una conversación entre la dirigente venezolana y el conseguidor de la trama del 'caso Koldo', Víctor de Aldama, en el que este le hace partícipe del enfado del presidente del Gobierno con su ministro por este asunto.
En el relato que fuentes socialistas trasladan del momento en el que Sánchez comunicó a Ábalos que iba a prescindir de él, en un encuentro en la Moncloa el mismo sábado en el que acometió una profunda remodelación de su gabinete, se apunta también a que el presidente respondió a la manifestación de sorpresa del aún ministro con un «tú ya sabes el porqué». A la pregunta de si entonces albergaba no ya conocimiento pleno, sino siquiera alguna sospecha, de que el comportamiento de su colaborador pudiera no ser ejemplar, el jefe del Ejecutivo reiteró que él hizo los cambios para renovar el Ejecutivo «tras una crisis tremenda».
En la breve comparecencia con Montenegro, Sánchez también evitó confirmar si en su día tuvo algún contacto con De Aldama. Pero sí defendió con rotundidad el rescate a Air Europa a favor del que el empresario, a sueldo de la aerolínea, medió con e Ejecutivo. «Las decisiones que yo tomé las tomé con el Gobierno y las volvería a tomar hoy también», zanjó.
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En la exposición razonada del juez Moreno se incluye como parte de los indicios recabados por la Guardia Civil contra Ábalos una reunión del entonces ministro de Transportes con Sánchez y Nadia Calviño, en aquella época vicepresidenta del Ejecutivo y ministra de Economía, para analizar la ayuda a la compañía aérea. Sin embargo, el juez instructor asume en esta cuestión la posición de la Fiscalía Anticorrupción, que no apreció evidencia de un papel «determinante» del ministro o De Aldama en la operación.
Sánchez puso énfasis en Faro en que tanto el Tribunal de Cuentas como el Tribunal de Justicia de la UE avalaron aquel recate. «Si no lo hubiéramos hecho, habríamos sido el único país, no de Europa sino del mundo, que no hubiera rescatado a una de sus principales aerolíneas», defendió. Además, subrayó que la inyeccción no fue a fondo perdido, sino con préstamos y con «condiciones muy estrictas» para Air Europa, y que ahora ese préstamo se está cobrando. «Afortunadamente, ahora tenemos una Air Europa que funciona y que efectivamente cumple con su labor», esgrimió.
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