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La tragedia del restaurante madrileño Burro Canaglia Bar&Resto de la madrileña plaza de Manuel Becerra, en cuyo incendio fallecieron el viernes por la noche dos personas y otras ocho resultaron heridas, se desencadenó cuando la malla que sostenía el falso forraje de plástico del ... techo se derrumbó en llamas atrapando a buena parte de la clientela del restaurante.
Esta es la primera hipótesis de trabajo de la Policía Científica tras las primeras 48 horas de análisis en el terreno, según han informado fuentes de la investigación a este periódico. Los primeros interrogatorios de los clientes por parte de la Policía Nacional han confirmado además que el incendio se desató a las 22:50 horas cuando un camarero flambeó en pleno comedor uno de los platos estrellas del restaurante, una pizza 'inferno carnivora', con un pequeño soplete.
Las llamas alcanzaron inicialmente el efecto deseado. Con la grasa del 'guanciale', la cecina ahumada, y el salami picante como combustible, el fuego llegó a una altura de una decena de centímetros, pero en un momento dado las llamas se propagaron a unas plantas de plástico que rodeaban una columna cercana. En cuestión de solo cinco segundos -según los testigos- el fuego se extendió sin control por todo el techo y las paredes del establecimiento, profusamente decorados también con 'motivos amazónicos' de plantas de imitación de plástico.
Acto seguido, la red de la que colgaban las falsas plantas del techo se desplomó en llamas, atrapando a buena parte de la clientela y convirtiendo el local en un enorme horno en el que se alcanzaron los 700 grados, según las primeras estimaciones de los expertos de la Policía Científica, que este lunes a mediodía dieron por concluido su trabajo en el lugar.
El flambeado tuvo lugar en las inmediaciones de la puerta de acceso, lo que impidió que buena parte de la clientela pudiera escapar por ese ingreso principal, única vía de salida del local. Precisamente, parte de la investigación se centra en por qué se permitió al restaurante adornar con material altamente inflamable el único camino de escape, cuando esta práctica está expresamente prohibida. Fuentes policiales informaron este lunes a este periódico que en 2021, cuando se inauguró la pizzería, los propietarios no informaron del cambio de ornamentación.
Mientras, la polémica sobre el control sobre el restaurante prosigue. La pizzería tenía en su cocina un equipamiento distinto al de la licencia que obtuvo en 1997 la cervecería que se ubicaba en el mismo local, según denunció este lunes la organización de consumidores Facua.
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De acuerdo con la licencia oficial y que el restaurante no modificó tras su apertura en diciembre de 2021, el Ayuntamiento solo permitía que el establecimiento usara una «cocina equipada con 4 fuegos y plancha, de funcionamiento a gas butano», «un horno eléctrico de convección de 8 kW» y «una fermentadora de 2 k». Sin embargo, los establecimientos de esta cadena sevillana cuentan con horno de piedra y parrilla con brasas, tal y como consta en la carta de la franquicia de Burro Canaglia en Madrid.
En su censo de locales y actividades, el Ayuntamiento de Madrid tiene asociado al restaurante Burro Canaglia de Madrid al epígrafe 563005, que es el correspondiente a la actividad de «bar sin cocina». El consistorio de la capital de España insistió este lunes en que se trata de un error administrativo sin repercusión.
Entre tanto, el Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid abrió este lunes diligencias para determinar las causas del incendio y si existen responsabilidades penales en las muertes de la enfermera vizcaína Alexandra Velasco y el camarero alicantino Jay Robles, además de las heridas causadas a otras ocho personas.
Dos de esos ocho heridos que continúan ingresados en centros hospitalarios siguen en estado grave. Se trata de dos mujeres ingresadas en la Unidad de Quemados de La Paz, una de ellas de 40 años, con síndrome de inhalación de humos, y otra de 25. Ambas tienen quemaduras en el 25% de la superficie corporal.
Otra mujer de 25 años está ingresada en el Hospital de Getafe por inhalación de humo y con el 8% de su superficie corporal quemada en miembros inferiores; permanece estable, dentro de la gravedad. En el Gregorio Marañón se encuentra hospitalizado un varón de 29 años, aunque ya extubado y con evolución muy favorable.
Dos heridos más de 26 y 21 años están en la UCI del Clínico San Carlos, afectados por inhalación de humo y con una evolución favorable. Otras dos mujeres, una de 25 años y otra de 52, se encuentran en La Princesa, la primera en UCI con pronóstico positivo y la segunda intubada, pero estable.
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