Las leyes en el cajón tensan a los socios de Gobierno en un trance crítico de la legislatura

Entre las normas que siguen en el cajón están la ley de vivienda, la derogación de la 'ley mordaza' o la ley de bienestar animal. Asuntos capitales para el partido que dirige Ione Belarra y que afloran en un momento crítico: quedan cinco meses para las elecciones autonómicas y locales y en los días en que la coalición encara la reforma de los delitos de sedición y malversación y de las leyes del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional en medio de un clima muy bronco.

En este contexto de alta tensión parlamentaria, la ley de bienestar animal llega mañana al Congreso para afrontar su comisión correspondiente, tras aplazarse el jueves por falta de acuerdo. Las divergencias en el Gobierno radican en la intención del PSOE de mantener viva, por ahora, su enmienda para que los perros de caza se excluyan de la protección especial que la norma espera brindar a los animales domésticos. Fuentes del partido señalan que el objetivo es «no dejar de lado al mundo rural» y acusan a Unidas Podemos de «precipitarse» al anunciar un acuerdo entre ambas partes el pasado miércoles.

Un relato que ha causado malestar en las filas de los morados, donde ahora aseguran que los socialistas no cuentan con mayoría para sacar adelante esta enmienda pese a que la aprobación de la ley ha quedado en el aire. Sean estos cálculos correctos o no, lo cierto es que el socio menor del Ejecutivo ha endurecido el lenguaje contra su aliado hasta cotas pocas veces vistas esta legislatura.

«El PSOE se coloca del lado de los maltratadores, de las personas que apalean, torturan y maltratan a sus perros, a todos los animales, incluidos los perros de caza, del lado de las personas que cuelgan galgos o que entierran a cachorros en cal viva», afirmó la secretaria de Estado para la Agenda 2030 y número tres de Podemos, Lilith Verstrynge, el jueves en el patio del Congreso, justo durante el receso para votar la reforma de los delitos de sedición y malversación. Las palabras no han precipitado una respuesta airada del PSOE, que aún estudia su postura definitiva en la comisión de mañana, pero si le ha valido a Verstrynge una querella por parte de la Federación de Caza por injurias y calumnias.

Lo cierto es que a Unidas Podemos se le acaba la paciencia en un momento en el que las formaciones que componen el espacio morado negocian su futuro encaje en el nuevo ciclo electoral, que culminará con las generales de final de año en las que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, aún no ha despejado si acabará encabezando una candidatura que una a las izquierdas. «Ni el PSOE ni nosotros podemos permitirnos llegar a las elecciones con todos estos asuntos sin zanjar», incidía ya a este periódico hace meses el portavoz parlamentario, Pablo Echenique. Una sensación que es compartida por toda la dirección de Podemos.

Mientras la ley de vivienda continúa encallada desde noviembre de 2020 por la disputa sobre los beneficios fiscales que deberían recibir o no los propietarios de pisos en alquiler a los que les afecte el tope de precios en las llamadas áreas tensionadas, otras normas como la ley trans están avanzando a trompicones y sin acuerdo. La norma del Ministerio de Igualdad –la más importante para la cartera que dirige Irene Montero junto con la del 'solo sí es sí'– continúa su trámite parlamentario tras meses de tensiones. Y otro asunto en el cajón es la derogación de la 'ley mordaza' promovida por el Gobierno de Rajoy, que reiniciará su trámite de ponencia este miércoles en el Congreso.