El independentismo da plantón a Yolanda Díaz en Barcelona

En cambio, no ha acudido ningún representante de los partidos independentistas, ni de ERC, Junts ni de la CUP, ni del ámbito socialista. Ni siquiera del Govern. Por ejemplo, la consejera de Justicia, Gemma Ubasart, fue dirigente de Podemos. Pero el Gobierno catalán se ha mostrado este martes crítico no tanto con el contenido de la propuesta como por el formato elegido para la presentación. Hacer actos públicos «no es la mejor forma de negociar», le ha criticado la consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà. Desde esta premisa, se antojaba complicado que hubiera presencia gubernamental.

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El único dirigente del secesionismo que ha acudido a la presentación ha sido Quim Forn, miembro de la junta de Òmnium Cultural. Fue consejero de Interior en 2017 y fue condenado por sedición. Es el único amnistiable que se ha dejado ver en la presentación. Se había especulado con que podía acudir también Carme Forcadell, expresidenta del Parlament y de la ANC, dirigente de ERC y también pendiente de poder ser amnistiada, pero no ha asistido. Yolanda Díaz ni siquiera ha intervenido. Días atrás, anunció que sería ella quien presentaría su propuesta, aunque ni siquiera ha subido al escenario.

En primera fila, estaba acompañada por Ada Colau, Jéssica Albiach y por la presidenta del ateneo barcelonés, la cineasta Issona Pasola. Yolanda Díaz es quien más ha gesticulado en el proceso de negociación para la investidura. Es la que más ha dejado ver sus cartas. Viajó a Bruselas a entrevistarse con Puigdemont, huido de la justicia y procesado por el Tribunal Supremo, y es la única que ha hecho pública su planteamiento de amnistía. Tanto ERC como Junts agradecen el movimiento con la amnistía, aunque señalan que la propuesta que vale es la que ponga sobre la mesa el presidente del Gobierno en funciones. Toni Comín ha calificado como bueno el planteamiento de Sumar. Junts, en cualquier caso, no se ha dejado ver en el acto. La presentadora, la abogada Mercè Claramunt, ha introducido el evento como un «encuentro con la sociedad civil y política» de Cataluña, pero se ha quedado en un mitin de los comunes, con la asistencia de unas 250 personas, que han llenado el auditorio del Ateneo de Barcelona.

Los aplausos se los han llevado los juristas que han intervenido en la elaboración del dictamen y los académicos que han dado su apoyo como expertos. Nicolás García Rivas, catedrático de Derecho Penal, que ha trabajado en el dictamen, ha señalado que una ley de amnistía encaja en la Constitución, requiere un motivo legítimo que la justifique, necesita un consenso importante, debe preservar la igualdad y respetar los tratados sobre derechos humanos. Asens, por su parte, ha apuntado que el Tribunal Constitucional está a su juicio en el origen del problema catalán, con la sentencia de 2010 sobre el Estatut, y espera que sea ahora parte de la solución, cuando tenga que resolver la ley que apruebe el Parlamento. «Tenemos una oportunidad para avanzar», se ha conjurado. «La amnistía no es una simple moneda de cambio para conseguir unos votos», ha asegurado, en contra de lo que le achaca la derecha a Pedro Sánchez. «Creemos por convicción que es un paso natural y necesario para tener un acuerdo histórico, ha afirmado, que nos permita mirar al futuro».

Mercedes García Arán, catedrática de Derecho Penal de la UAB, cree que es una ocasión para «pasar página». Pero «todos», ha avisado. A su juicio, el Estado cometió errores durante el 'procés', pero ha considerado que los amnistiables no son las únicas víctimas. «No se trata de pedir perdón, sino de avanzar», ha señalado. Rosa Lluch, profesora de Historia Medieval de la UB, ha apuntado que en 2017 hubo muchos catalanes que se sintieron solos. A su juicio, el Gobierno central traspasó muchas líneas, pero ha criticado la unilateralidad y las mentiras del 'procés'. Javier Pérez Royo, catedrático de Derecho Constitucional ha concluido que la amnistía «no plantea ni un solo problema desde el punto de vista jurídico.