Incógnitas del desembarco: ¿Seguirá al frente de la Xunta? ¿Debatirá con Sánchez? ¿Qué hará con Génova?

Podría compaginar la Presidencia de la Xunta de Galicia con el liderato nacional del PP. Ya lo hizo Dolores de Cospedal con la secretaría general del partido y el Gobierno de Castilla-La Mancha. Pero parece improbable que vaya a simultanear ambos cargos.

En este caso los estatutos del PP impiden compatibilizar el liderazgo regional y el nacional, y renunciará al timón gallego.

Uno de los secretos mejor guardados. Las pocas veces que se ha hablado del relevo siempre surge el nombre de Alfonso Rueda, eterna mano derecha de Feijóo. Es vicepresidente primero de la Xunta y fue secretario general del PP gallego. Con menor intensidad se menciona a Francisco Conde, vicepresidente segundo y valor en alza. La terna la completa Pedro Puy, portavoz de los populares en el Parlamento autonómico. Sea el que sea el designado, el PP gallego dirá amén.

La impresión más extendida entre los populares es que el sucesor será presidente de la Xunta y líder regional del partido, aunque sea con carácter provisional hasta el congreso del PP gallego, previsto para 2024. Feijóo siempre ha ejercido ambos cargos y ha defendido el modelo de acumulación, incluso con Isabel Díaz Ayuso.

Poco o nada se sabe de los planes orgánicos del líder 'in pectore'. La elección de Esteban González Pons para coordinar el congreso da una pista sobre un posible rescate de dirigentes de su generación postergados por Pablo Casado. La recuperación del incombustible Juan Carlos Vera apunta en ese mismo sentido.

Como presidente del principal partido de la oposición tendrá pocas oportunidades de debatir con Pedro Sánchez porque carece de escaño en el Congreso. Puede buscar la alternativa de hacerse con un asiento en el Senado como representante territorial, pero los duelos se limitarían a uno al mes.

Será una de sus primeras decisiones domésticas. En su día no le gustó, y lo dijo, el anuncio del traslado de la sede y venta del edificio por ser un sinónimo de corrupción. Pero tendrá que mirar las cuentas, y están mal.