Hospital de Cruces. I. Pérez

Ocho detenidos, cinco de ellos menores, por la paliza de Amorebieta

Urkullu dice que la agresión que dejó en estado crítico a un chaval de 23 años «sobrepasa cualquier límite tolerable»

Miércoles, 28 de julio 2021

La Ertzaintza ha detenido a ocho jóvenes por su presunta implicación en la agresión grupal a un joven en un parque de Amorebieta en la madrugada del domingo. El primer arresto fue el de un menor de 17 años y se llevó a cabo en ... Erandio. Tras él cayeron otros tres sospechosos, dos de ellos también menores, y esta mañana se ha confirmado la detención de otros tres jóvenes. Horas antes de estas actuaciones policiales, el lehendakari, Iñigo Urkullu, se había comprometido a «detener cuanto antes a los autores» de un linchamiento salvaje que ha provocado una profunda conmoción social.

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«Hay comportamientos y actitudes inaceptables y esta, protagonizada por decenas de jóvenes, sobrepasa cualquier límite tolerable». Urkullu mostró este miércoles su «más absoluto rechazo» a la agresión que mantiene ingresado en la Unidad de Reanimación del Hospital de Cruces a un joven de 23 años vecino de Lemoa que fue apaleado por un grupo de chavales en una zona de botellón. Ha sido el colofón a una escalada de violencia vinculada al ocio nocturno que preocupa desde hace semanas. El jefe del Ejecutivo dejó claro que no habrá impunidad.

Urkullu emplazó a la ciudadanía en general a formar parte de la solución. «Necesitamos el máximo compromiso social para erradicar actos así, que nos avergüenzan como sociedad, y para que no vuelvan a repetirse. Tenemos que reflexionar en profundidad sobre el porqué de estos comportamientos individuales y colectivos. Expreso mi solidaridad con la familia y allegados».

La víctima, A. I., seguía este miércoles debatiéndose entre la vida y la muerte por un ataque grabado y difundido en las redes sociales por los propios autores, en el que se escucha a unos jalear a los violentos al grito de «¡matadle!», mientras otros advierten, «¡le vais a matar!». Según los allegados del joven, la agresión se produjo cuando trató de ayudar a unas amigas que estaban siendo hostigadas.

En Amorebieta la ciudadanía oscilaba este miércoles entre la conmoción y la rabia un día después de la protesta multitudinaria de repulsa. La agresión se produjo en las campas de Jauregibarria, junto al embarcadero. Un lugar encantador con mesas y bancos de madera, árboles, rutas para hacer ejercicio... Joserra paseaba este miércoles a su perro por allí y vaticinaba que «se va a liar gorda». Se refería a que ante la «pasividad» de las policías barruntaba la posibilidad de que la propia ciudadanía hiciese «algo», porque «esto no se puede permitir». Es una idea que se repite bastante en el pueblo: cada fin de semana hay un espectáculo parecido en estas campas y en las calles del núcleo urbano, con botellón y peleas, sin que parezca haber manera de ponerle fin. «No es un problema de la juventud, sino de ciertos jóvenes» que, mayoritariamente, llegan desde otros municipios (sobre todo, de Barakaldo). Y prevé que si regresan «se va a liar gorda», repite, «porque se sabe quiénes son».

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Una noche conflictiva

Desde el mundo hostelero admiten que el problema es recurrente pero que en la noche trágica las cosas se torcieron más de lo habitual. Profesionales que tienen sus negocios en Luis Urengoetxea, la zona de bares, recuerdan que tuvieron que cerrar a las 0.10 ante las peleas en la calle y la posterior llegada de la Ertzaintza y la Policía Municipal. «Ha sido un 'finde' muy fuerte. Hubo golpes, botellazos... Luego siguieron con el lío hacia las campas».

Los agresores ya habían montado bronca allí, en la calle, e iban armados por palos y botellas. ¿Y si vuelven el próximo fin de semana, como temen algunos vecinos? Los hosteleros lo ven como una posibilidad remota. Sobre todo, porque consideran que no será muy difícil arrestarlos. De hecho, en las redes sociales y los grupos de wasap de los vecinos circulaban este miércoles fotografías de alguno de los presuntos delincuentes, que identificaban con un residente en el pueblo. También se sabe quién subió los vídeos de la terrible agresión a 'Tik tok'. «¿Cómo es posible que no los hayan detenido ya a todos?».

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Fuentes policiales apuntan que las riendas las ha tomado la Policía Científica y la de lo Criminal, integradas por agentes mejor formados y con más recursos para el esclarecimiento de delitos graves. Los mismos medios apuntan a que una cosa es tener identificados a los agresores y otra muy distinta dar con todos ellos, ya que muy posiblemente, conocido el resultado de su ataque, se habrán ocultado. «Hace falta un gran despliegue de personal, hacer 'plantones' en sus domicilios, buscarlos...».

Este crimen es la culminación dramática a un aumento de tensión a cuenta de los botellones en plena escalada de contagios por covid. Ocurre en varios municipios del País Vasco, pero especialmente en Amorebieta, donde el Ayuntamiento ya había reforzado a la Policía Municipal y había pedido «especial atención» a la Ertzaintza. Lo había hecho sin mencionar expresamente el problema del botellón para evitar criminalizar a los jóvenes.

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Un debate que está en el ambiente desde que muchos reaccionan con violencia e incluso con agresiones a los agentes cuando tratan de disolver estas reuniones descontroladas en la vía pública (el Gobierno vasco pide limitar la movilidad de 1.00 a 6.00 de la mañana para frenar la quinta ola pandémica). Ha ocurrido el pasado fin de semana en lugares como Plentzia, Arrigorriaga, San Sebastián o Villabona. En el último mes también ha habido dos ataques homófobos en Amorebieta.

Criminalización

Con este panorama, agentes de los distintos cuerpos policiales llevan tiempo alertando del incremento de la agresividad de ciertos individuos que, parapetados en las aglomeraciones de los botellones, han herido a varios uniformados. Frente a las acusaciones de criminalización de la juventud, el portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, replicó esta semana que quienes ejercen la violencia «se criminalizan a sí mismos».

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El presidente de Eudel y alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, también mostró este miércoles su preocupación por los «actos incívicos y violentos» que sufren los municipios vascos en las últimas semanas y que, además, agravan la situación de la pandemia. Urtaran condenó con rotundidad la agresión de Amorebieta y, en cuanto a la falta de control de los botellones, alegó que «no se puede poner un policía detrás de cada vecino y vecina». También apuntó que el toque de queda sería un mecanismo efectivo para contener la situación.

El diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, también se mostró escandalizado: «¿Pero cómo se puede llegar a hacer algo así? ¿Qué les pasa a los autores para llegar a hacer algo así? Tenemos que erradicar totalmente este tipo de comportamientos».

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