El Gobierno ultima el pacto con Junts sobre la amnistía, «prudente» pero optimista

La ministra portavoz, Pilar Alegría, optó por mostrar en público algo de «prudencia». «Nada está acordado hasta que todo está acordado», convino. Sin embargo, lanzó también un mensaje de optimismo. «Sí les puedo avanzar que el acuerdo está cerca –dijo en su comparecencia habitual de los martes–. Y más allá de las conversaciones entre los grupos parlamentarios, lo que sí les puedo garantizar es que esta ley entró impecable y va a salir impecable, constitucional, y va a mejorar la convivencia».

La última frase es relevante porque los socialistas siempre han afirmado que no volverían a modificar las exclusiones que hace la norma respecto a los delitos de terrorismo y de traición, los asuntos sobre los que más presionan los posconvergentes por su impacto sobre la eventual exoneración para Carles Puigdemont. El lunes la portavoz de la ejecutiva socialista, Esther Peña, reiteró que ese apartado quedará tal cual. Sin embargo, en el partido no descartan retoques «técnicos».

Fuentes de la negociación afirmaron este martes que, en todo caso, el acuerdo al que se llegue –que también debe recibir el visto bueno de Esquerra– será «cómodo» de defender para la formación. No para todos, porque el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García- Page, ya ha dejado claro en múltiples ocasiones que ni comparte la ley en su conjunto ni mucho menos la decisión de incluir en ella casos de «terrorismo 'light'», pero sí para aquellos en sintonía con la línea oficial del partido. «Todo va en calendario», argumentan.