El Gobierno deja en el aire la continuidad de la directora del CNI

Bolaños ha respondido hoy de manera esquiva a la pregunta concreta de si la jefa de los servicios de inteligencia españoles debe continuar en el cargo. «La directora del CNI sigue en el CNI, está trabajando para esclarecer los hechos y esa-se ha limitado a decir, en la SER- es la fase en la que estamos». «Vamos a tener la información completa y eso será la base de cualquier decisión que podamos tomar en el futuro», ha dicho también en otro momento de la entrevista.

En una línea similar, la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez, ha afirmado, tras el Consejo de Ministros, que tanto la ministra Robles como Paz Esteban cuentan con el respaldo del presidente del Gobierno. Sin embargo, a la pregunta expresa de si esta última continuará en el cargo, ha replicado escueta: «No podemos hablar de futuribles». «Cada momento tiene su afán. Estamos en la fase de aclarar qué ha sucedido y a quién-ha dicho a continuación-. No podemos pasar al siguiente momento sin saber qué ha pasado hasta ahora».

Esteban comparecerá esta semana ante la comisión de secretos oficiales para informar de las pesquisas realizadas en la organización que dirige a cerca del informe del grupo de ciberseguridad de la Universidad de Toronto Citizen Lab, publicado hace dos semanas por el New Yorker, en el que se destapó la supuesta vigilancia ilegal al independentismo. La Generalitat y los principales socios del Ejecutivo, incluido el socio minoritario de la coalición, Unidas Podemos, llevan días advirtiendo, sin embargo, de que la gravedad de la situación requiere ceses.

En el punto de mira de los partidos secesionistas y de Podemos está la ministra de Defensa, Margarita Robles. Sin embargo, el Gobierno transmitió el pasado jueves que su cabeza no corre peligro y el propio Sánchez respondió con un «por supuesto» a la pregunta de si la respalda. La siguiente en la línea de mando, en ese caso, sería la responsable del CNI. Y el portavoz de Esquerra en el Congreso, Gabriel Rufián, la ha señalado esta mañana directamente al afirmar que en cualquier democracia su continuidad en el cargo sería «insostenible».

Bolaños y Rodríguez han insistido, en todo caso, en que ahora es necesario recabar toda la información disponible, aunque han admitido que ya es evidente que hay que reforzar los protocolos de seguridad al tiempo que ha subrayado que «todos» los países sufren ataques de este mismo tenor. El ministro ha puesto especial énfasis en que aún hay muchas cosas que se desconocen, entre ellas, la autoría de los pinchazos, y ha pedido no especular.

Se da la circunstancia de que las infecciones en los teléfonos de Sánchez y Robles coinciden con el momento en el que se estaban preparando los indultos a los condenados del 1-O pero también con el 'caso Ghali' que provocó un enfrentamiento con Marruecos y se cobró la cabeza de la entonces ministra de Exteriores, Arancha González Laya. Varios medios publican que también el teléfono de esta fue atacado con Pegasus, un programa israelí al que, en principio, solo tienen acceso los Estados.

Bolaños ha replicado, sin embargo, que no le consta la infección del teléfono de González Laya, que hasta ahora solo han podido probar las de Sánchez y Robles y que todo lo demás son «conjeturas». «No conocemos quién ha podido ser, quizá lo sabemos en un tiempo y lo daremos a conocer; es más -ha añadido- , se lo comunicaremos al juez».

El ministro también ha aprovechado para arremeter contra el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, por haber dado a entender este lunes que, al hacer público ahora el espionaje al jefe del Ejecutivo, el Gobierno está tratando de crear una cortina de humo para mitigar el malestar de sus aliados parlamentarios.

Tras asegurar que las intromisiones en los teléfonos de Sánchez y Robles no se conocieron hasta el sábado, ha afirmado que el PP fue informado de lo que ocurría antes de que se hiciera público (según los populares apenas unos segundos antes de la comparecencia de Bolaños y la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez, en La Moncloa). «Echo de menos una verdadera altura de Estado al señor Feijóo; lo de ayer demuestra que el PP tiene algo atávico que le impide ejercerla», ha reprochado.