Feijóo hurga en el cisma del Gobierno y exige a Sánchez el debate sobre el estado de la nación

Feijóo aprovechó su intervención ante el comité ejecutivo nacional –al que solo asistieron tres de los 11 presidentes autonómicos del PP– para hurgar en la división que cunde dentro de la coalición gubernamental y afanarse en exhibir, al mismo tiempo, las fortalezas de un «gran partido» como el PP que está haciendo, presumió, «un gran trabajo» y que ejerce la política «con normalidad». «El divide y vencerás fracasa siempre», avisó a sus rivales políticos.

El líder conservador arremetió contra los intentos de Sánchez por atrincherarse en el cargo a costa de todo, «incluso de la democracia». En este sentido, recordó que el dirigente socialista solo ha aprobado tres Presupuestos en los siete años que lleva al frente del Gobierno y que si no presenta unas nuevas Cuentas es porque no quiere que se voten, al no tener garantizado el respaldo de sus socios parlamentarios. «Pero no puede –advirtió– hacer y deshacer a su antojo y de espaldas a la voluntad popular».

Ante el primer gran debate sobre el plan de defensa europeo que se celebra este miércoles en la Cámara baja, el jefe de la oposición insistió en pedir que se someta a votación cualquier aumento del gasto militar como trasladó al propio presidente durante su encuentro hace dos semanas en La Moncloa. Hasta ahora, el jefe del Ejecutivo ha utilizado el atajo del Consejo de Ministros para las inyecciones de fondos y evitar así choques con sus aliados. «Ahora pretenden saltarse la autorización de la Cámara para invertir más dinero que nunca en armamento. ¿Para qué? Para que no se vote. Es evidente que España necesita un plan de defensa, pero también necesita defender su democracia», reflexionó Feijóo ante la cúpula del PP y sus barones.

El líder de la oposición cargó también contra los adversarios de un lado y otro del tablero afirmando que los populares son «el rival a batir por parte de izquierda a derecha» y que lo asumen, dijo, «con orgullo». Se quejó, sin embargo, de que sus oponentes    «se pasen la vida desde fuera» diciéndole «lo que tiene que hacer el PP» cuando están «por debajo» en las encuestas, que sigue liderando su formación. En especial, Vox, al que criticó por atacar continuamente al PP «muchas veces más que al propio Gobierno» –en Génova zahieren a Santiago Abascal por estar más empeñado en «hacer oposición a la oposición»–.

Tras el preacuerdo alcanzado por Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana, pidió a Abascal y a su círculo que arrimen el hombro y desbloqueen la aprobación de los Presupuestos en las autonomías que gobiernan los populares y no tienen mayoría absoluta. «Ya está bien de faltar al respeto al primer partido de la oposición, que bajen el dedito, que mientras ellos están con el dedito levantado, aquí otros estamos con las dos manos a la obra, sosteniendo el país desde las comunidades autónomas y desde los ayuntamientos», defendió. Y envió de paso un mensaje a quienes le critican por cerrar acuerdos con la formación ultraderechista: se siente «libre» para llegar a acuerdos «aunque les moleste a unos y a otros».