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«Lamento lo que se ha visto en el día de hoy», así comenzó este miércoles Alberto Núñez Feijóo su comparecencia tras un día frenético en el que el Gobierno de Pedro Sánchez alcanzó un acuerdo con el partido del expresident catalán Carles Puigdemont ... para lograr sacar dos de sus tres decretos ley adelante. «Si tres decretos han puesto en jaque al Gobierno, aterra pensar como será cada semana de la legislatura», aseguró el líder de los populares desde el Salón de los Pasos Perdidos del Senado –hasta donde se trasladó el pleno por las obras que se están llevando a cabo en la Cámara Baja–.
Feijóo se mostró especialmente duro con el secretario general del PSOE al acusarle de «mercadear con los derechos de todos los españoles, administrar el caos en vez de gestionar los intereses generales y representar solo una coalición de intereses personales». «Parece que Junts se ha abstenido porque ha conseguido el traspaso de las competencias de inmigración», apuntaba Feijóo tras un receso para volver a repetir dos votaciones y en medio de un caos en el que ni la presidenta del Congreso, Francina Armengol, estaba completamente segura de cómo proceder.
A juicio del expresidente gallego, todo lo acaecido este miércoles en sede parlamentaria «viene dictado desde Bruselas o Ginebra», lugares donde el actual inquilino de la Moncloa ha decidido «trasladar la soberanía nacional». Feijóo también destacó que es «la primera vez» en la historia democrática de nuestro país que un presidente «pone la dirección del Ejecutivo en manos de alguien que no se sienta en el Consejo de Ministros», en referencia a Puigdemont–. «Me siento, como la mayoría de los españoles, atónito ante la situación de mi país, y preguntándome, ¿esto qué es, esto qué estamos viviendo en el Congreso de los Diputados qué es?».
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Aunque el líder popular tiene claro que, más allá de que el Gobierno consiguiese salvar dos de sus decretos –solo cayó el de la vicepresidenta Yolanda Díaz por la negativa de Podemos–, Sánchez se estrelló ayer por primera vez contra su propio muro. «Este país no se merece este esperpento de desgobierno en el que estamos sumidos todos. Esta política, esta deshonra, esta humillación y este esperpento, no nos lo merecemos. El Gobierno ha hecho el ridículo mercadeando con los derechos de todos los españoles, sin saber los españoles lo que hoy hemos entregado».
Además, y según fuentes populares, el expresidente de la Junta de Galicia valorará si esas concesiones a los postconvergentes son recurribles al Tribunal Constitucional. No obstante, y a pesar de hablar de un «presidente intervenido», en Génova son conscientes de que será una vez aprobada la ley de amnistía –el pleno también rechazó las enmiendas a la totalidad presentadas por PP y Vox– cuando Sánchez deje de tener la sartén por el mango y no le valgan siquiera maniobras como la de ayer para salir indemne.
Otra de las cosas que quedó negro sobre blanco en esta frenética jornada parlamentaria, aseguró Feijóo, es que «no hay una mayoría alternativa al PP que garantice cuatro años de estabilidad». Según el líder popular, Sánchez debería extraer como lección magistral de lo ocurrido que «no se puede gobernar de espaldas a la mayoría del país, que «no se puede gobernar si la única preocupación es sacar adelante la votación del día», y que «no se puede pedir el apoyo de nadie desde el desprecio, la soberanía y el insulto».
Aunque su pronóstico es claro y, según el dirigente gallego, está será la tónica habitual esta legislatura. «Veremos más cesiones contra la mayoría del país, más votaciones que se deciden en el último instante y más insultos a la mayoría de los españoles».
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