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El cruce de acusaciones entre el PSOE y el PP en lo político pero también lo personal volvió este miércoles a condicionar la sesión de control al Gobierno en el Congreso con las sospechas por supuesto conflicto de intereses de la esposa del presidente, Begoña ... Gómez, por sus contactos laborales con Air Europa y por la investigación por presunto fraude fiscal a Alberto González, el novio de Isabel Díaz Ayuso. El líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, que ya venía amagando con llevar los contactos de la esposa de Pedro Sánchez a la comisión de investigación que promoverá en el Senado sobre el 'caso Koldo', lo transformó este miércoles en una advertencia directa en su cara a cara con el jefe del Ejecutivo en la Cámara baja.
«Si vuelve a negarse a dar explicaciones y van tres veces que se las pido —le retó—, habrá una investigación específica sobre los asuntos que le afectan a su entorno más inmediato. Parlamentaria, seguro, y judicial también si es necesario», amenazó el jefe de la oposición. Dos días después de que la Oficina de Conflictos de Intereses archivase la denuncia del PP contra Sánchez por el supuesto nexo del rescate de Air Europa en noviembre de 2020 y los «vínculos de naturaleza económica y profesional» de la aerolínea con Begoña Gómez, Feijóo aviso al líder del PSOE que «si cree que ha dado carpetazo a lo que ha ocurrido en su casa, se equivoca». Y recalcó: «Habrá una investigación específica sobre los asuntos que le afectan a su entorno inmediato».
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Posteriormente, fuentes del partido tradujeron lo dicho por su presidente en que la intención, al menos por ahora, es forzar la comparecencia de Sánchez para que tenga que dar explicaciones en sede parlamentaria por las actividades profesionales de su esposa que podrían comprometer la neutralidad de la Moncloa. La posibilidad de extender el señalamiento por posible corrupción a familiares de políticos constituye una estrategia que un cargo de los populares admitía, a título personal, como peligrosa porque supondría adentrarse en un terreno «del que si se va, no se vuelve».
En su réplica al líder de la oposición, Sánchez sostuvo que su Gobierno está «colaborando con la justicia» y que ya ha asumido «responsabilidades» por la investigación del 'caso Koldo' –en referencia al apartamiento del partido del exministro José Luis Ábalos–, al tiempo que emplazó a Feijóo a hacer lo propio dentro de su formación. «Plante cara a la corrupción en su partido y exíjale la dimisión a Ayuso», volvió a clamar aludiendo a la investigación de origen tributario que afecta al compañero sentimental de la presidenta madrileña. «Gobernar no es vivir en la Moncloa, como no es vivir en dos pisos valorados en dos millones de euros gracias en buena medida al fraude fiscal a Hacienda», espetó el jefe del Ejecutivo a su rival.
El de Feijóo y Sánchez no fue el único cuerpo a cuerpo a cuenta de la corrupción. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, cargó de nuevo contra las reuniones de Begoña Gómez con directivos de Air Europa «comisionista Aldama por delante» –uno de los imputados en el 'caso Koldo'–, mientras que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero preguntó si «es verdad que la mujer del señor Feijóo recibió una ayuda» para la empresa en la que trabajaba cuando el hoy líder del PP encabezaba la Xunta gallega.
El fuego cruzado no quedó ahí. El portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, arremetió contra el Gobierno por «robar» desde varios ministerios durante la pandemia. Y el ministro de Presidencia y de Justicia, Félix Bolaños, recriminó al PP -que este miércoles registró en el Senado el escrito planteando un conflicto entre órganos constitucionales al Congreso por la polémica ley de amnistía- el cierre de filas con Ayuso en su ataque a la Fiscalía y los medios.
Unas 800 personas --según la Delegación del Gobierno-- se manifestaron este miércoles por la tarde frente a la sede nacional del Partido Popular en Madrid, en la calle Génova. Allí reclamaron la dimisión de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, por los presuntos delitos fiscales de su pareja y la también la controvertida gestión de las residencias de mayores en la región durante la pandemia de covid-19.
Ondeando banderas republicanas y portando carteles en referencia a las muertes de ancianos en residencias gritaron consignas exigiendo su dimisión: 'no son muertes, son asesinatos' o 'tu pisito es un delito' fueron algunos de sus lemas. Asimismo, cargaron contra el PP tachándolo de «partido criminal». La intención de los organizadores es volver a repetir estas protestas en las próximas semanas, pero no concretaron más, según informa Europa Press.
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