El diputado de ERC Gabriel Rufián ofrece una rueda de prensa junto a sus compañeros de partido. EFE

Las dudas de ERC arrastraron al resto de socios a dejar solo al PSOE en la firma de la amnistía

Junts cifra en 1.400 el número de beneficiados por la amnistía frente a los 400 que había previsto inicialmente el Gobierno

Miguel Ángel Alfonso y Cristian Reino

Madrid | Barcelona

Martes, 14 de noviembre 2023, 12:22

Todo estaba preparado este lunes para que los grupos parlamentarios que respaldan la ley de amnistía escenificaran, mediante una foto de familia, el registro conjunto de la medida de gracia ante la Mesa delCongreso. Pero a última hora, las dudas de Esquerra, que apreció «algunas ... deficiencias técnicas» en la redacción final de la proposición, inició una cascada de plantones que primero arrastró a EH Bildu y al BNG y, por último, a Sumar, que prefería que el documento «llevara la firma de todos los socios», como explican fuentes cercanas a la negociación. Finalmente la norma inició su tramitación con la solitaria rúbrica del portavoz delPSOE en la Cámara baja, Patxi López, después de que su partido, al percatarse de la situación, solicitara a Junts retirarse también de la instantánea.

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Superada la sorpresa inicial –uno de los verbos con los que ha sido registrada la proposición de ley está en plural cuando el sujeto es solo el PSOE–, representantes de todos estos grupos parlamentarios dedicaron este martes la mañana en el Congreso y en el Palau de la Generalitat a insistir en que su apoyo a la norma es «firme» pese a la descoordinación exhibida en las últimas horas y que sirvió como aperitivo de la legislatura que entra.

En el fondo de la cuestión subyace el pulso que mantienen en Madrid Esquerra y Junts. Los republicanos, que pactaron la medida de gracia con elPSOEantes de que Carles Puigdemont y los suyos retocaran, una semana después, el borrador de la norma, creen ahora que los casos de terrorismo achacables a los CDR o a Tsunami Democràctic no están «suficientemente blindados». El asunto no es baladí, principalmente después de que la Guardia Civil concluyera, en plenas negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez, que la secretaria general de ERC, Marta Rovira –fugada en Suiza–, fue una de las cabecillas de esta segunda organización.

La situación no supone, por ahora, un escollo, ya que la norma aún deberá encarar el plazo de presentación de enmiendas en el que los republicanos pueden negociar aún cambios con el Gobierno antes de que la ley tenga luz verde. Un periodo que, además, va a alargarse después de que el PPconsumara este martes la reforma del Reglamento del Senado, donde tienen mayoría absoluta, para retrasar la tramitación de la ley de amnistía.

El apoyo a la norma se reforzó en la víspera de que el candidato socialista se enfrente a su intento de reeditar la presidencia del Gobierno. La portavoz de Sumar, Marta Lois, dejó claro el apoyo de su partido, que aspira a ser socio de coalición del PSOE, «es firme». Una promesa que repitió el diputado del BNG Néstor Rego:«Estábamos en disposición de firmarla, aunque fuera como un gesto, sin haber participado en la redacción de la proposición. Pero no tendría ningún sentido que lo firmarse el BNG si no lo han firmado las fuerzas políticas catalanas. La explicación es sencilla».

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El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, por su parte, también aseguró que su partido ofreció su firma «desde el minuto uno», pero que finalmente no la rubricaron por las «reservas» manifestadas por Esquerra.

Baile de cifras

Entretanto, se sigue debatiendo el alcance de la medida de gracia. El secretario general de Junts, Jordi Turull, rechazó este martes los cálculos con los socialistas hablan de que la ley beneficiará a unas 400 personas. «No sé de dónde sacan esos números», afirmó en una entrevista en TV3. La cifra que maneja la formación liderada por Carles Puigdemont se acerca más a la que puso Òmnium Cultural sobre la mesa: 1.432 posibles amnistiados.

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En cualquier caso, Junts señaló que suscribe «de arriba a abajo» el texto que registró el lunes el PSOE en el Congreso. En esa línea, y pese al baile de cifras de beneficiados, los posconvergentes dan por cerrado el debate sobre la ley y no presentará enmiendas. «Cumple todas las expectativas», aseveró Turull.

Junts considera, además, que ha obtenido un «triunfo» político, al haber forzado a los socialistas a registrar la ley antes de la votación de investidura pese a sus reticencias iniciales. También porque, a juicio de la dirección de la formación, no han tenido que pedir perdón, ni se les ha reclamado que renuncien tajantemente a la unilateralidad. Puigdemont puso como condición inicial que la norma tenía que estar aprobada antes de la votación de este jueves, pero da por bueno que haya sido registrada. «Cumplimos todas las expectativas» de la negociación, insistió Turull.

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