Díaz eleva a Errejón a portavoz de Sumar en el Congreso

En los últimos meses, Errejón, que no fue beneficiado en el reparto de ministerios que le correspondieron por cuota a Sumar, se ha convertido en uno de los más leales escuderos de Díaz y ha reforzado su posición dentro de la coalición desde un perfil discreto pero clave, sobre todo desde que Podemos consumó su ruptura con Sumar y dio el salto al Grupo Mixto. Además, la vicepresidenta le ha encargado la tarea de desarrollar los documentos políticos de su partido, que verán la luz el 23 de marzo, cuando la formación magenta celebre el primer congreso de su historia.

Saldada esta deuda, la elección del nuevo portavoz parlamentario ha vuelto a poner a prueba el delicado sistema de equilibrios entre partidos en el que vive inmerso Sumar desde la campaña del 23-J. Y no es un asunto menor porque se trata del puesto que otorga, con ruedas de prensa semanales y más minutos en los plenos, una mayor visibilidad mediática en la Cámara baja. La dificultad para Díaz pasaba esta vez por intentar minimizar otra posible rebelión fruto de los recelos internos si IU o los comunes se sentían agraviados.

Podemos no fue, en septiembre, la única formación que se quejó por quedarse fuera del reparto de portavocías parlamentarias. IU, que como los morados también cuenta con cinco diputados en el Congreso, alzó de igual manera la voz ante Díaz. Su dirección madrileña, en un documento interno, llegó a criticar «la falta de toma de decisiones asamblearias» en Sumar. Para miniminzar estas discrepancias, la líder gallega ha optado por ceder la portavocía suplente, que hasta ahora ostentaba el diputado Txema Guijarro, a Enrique Santiago, el candidato que propuesto desde el partido que dirigía Alberto Garzón para el cargo principal.

La elección de Errejón también convierte la interlocución con Podemos en un asunto muy delicado al ser esta precisamente una de las tareas principales que desempeñan los portavoces parlamentarios. El líder de Más País está considerado un enemigo por parte de los morados. Su enfrentamiento con Iglesias en Vistalegre II en 2017 dejó secuelas que perduran y tampoco le perdonan que fundara su propio partido en 2019. Ahora deberá sentarse a negociar cara a cara con Belarra, cuyos cinco diputados son clave para la aprobación de cualquier ley en el Congreso.

Con las relaciones rotas en lo político pero también en lo personal, como reconoció la diputada de los comunes Aina Vidal, Podemos trata de orillar a Sumar y pide negociar directamente con el PSOE todas las iniciativas legales que provengan del Gobierno. En público reconocen que respetan «a todos los ministros», pero dejan claro que hablarán «con quién elija Pedro Sánchez».

Belarra desveló el lunes que el Gobierno ofreció el puesto de embajadora en Chile a Irene Montero –ahora candidata a las europeas– «para que dejara de dar problemas». Un hecho que este jueves Díaz, en una entrevista en Telecinco, no llego a desmentir.