ERC exige ahora «poder hablar sobre un referéndum» en la mesa de diálogo para investir a Sánchez

«No queremos investir a Pedro Sánchez solo con una ley de amnistía», advirtió Rovira en Catalunya Ràdio. Días atrás, los republicanos vincularon la investidura de Sánchez al referéndum. Lo hizo el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que exigió pactar antes de 2027 las condiciones para celebrar una consulta soberanista. Por primera vez, el dirigente de Esquerra fiajaba una fecha límite. Fue en sede parlamentaria, en el debate de política general. ERC y Junts, por su parte, aprobaron el viernes pasado una moción parlamentaria que les insta a no investir a Sánchez salvo que se comprometa a trabajar en las condiciones para acabar celebrando un referéndum. Este es listón que fijó ERC la semana pasada y que provocó el plante de los socialistas, con un comunicado conjunto del PSOE y el PSC.

Noticia relacionada

Illa exige a ERC y Junts que salgan del «callejón sin salida» del referéndum para acordar con Sánchez

Xabier Garmendia

Rovira no llegó este lunes tan lejos. Pero el día después de la conmemoración del referéndum ilegal del 1-O de 2017, la secretaria general de Esquerra sí pidió a los socialistas que «como mínimo» permitan «hablar y dialogar sobre el referéndum» en una nueva mesa de diálogo, que ya tendría el calificativo de 'mesa de referéndum'.

Los republicanos reclaman además al presidente del Gobierno en funciones que asuma lo que ya hizo en 2019, reconocer la existencia de un conflicto político. «Tenemos que poder hablar en una mesa de negociación de cómo se vota en Cataluña», ha afirmado. «El PSOE ha de asumir que se debe poder hablar de lo que ya asumió en 2019, hablar de cómo se vota en Cataluña», reiteró. ERC y Junts necesitan arrancar algo a Sánchez que puedan vender como un avance hacia la autodeterminación. Especialmente los republicanos, que están viendo que todas las medallas se las está colgando Puigdemont, lo que les está relegando a un segundo plano. Esta pérdida de protagonismo, unida al doble revés electoral (municipales y generales), ha llevado a los de Junqueras a elevar el tono y a aparcar la estrategia posibilista de la última legislatura española.

Pero Sánchez no puede ofrecer nada que a nivel interno –en su partido donde tiene a la vieja guardia encendida– o externo, –en la derecha– se interprete como una cesión soberanista. En la mesa de diálogo que ERC y el PSOE constituyeron la pasada legislatura, pactaron someter «a validación democrática a través de consulta a la ciudadanía de Cataluña», el «acuerdo» al que pudieran llegar las dos partes.