Los empresarios catalanes avalan la amnistía del Gobierno a los independentistas

«Seguimos estando a favor de medidas legislativas que contribuyan a pasar página a unos hechos que nunca debieron haberse producido. Ahora ya no es el momento de señalar culpables. Ni el pasado ni sus protagonistas pueden ser una losa colectiva. Es hora de avanzar», afirman los empresarios. La amnistía, a su juicio, debería «servir para iniciar un nuevo ciclo que debe desarrollarse en el marco de la Constitución y que debe basarse en la lealtad mutua». «Después de muchos años, demasiados, ahora es momento para plantear un pacto que permita renovar el encaje de Cataluña en España», recomienda la clase empresarial catalana, alienada con el Gobierno, al que lanza un balón de oxígeno, como ya ocurrió con el debate de los indultos.

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Cristian Reino

Eso sí, la medida de gracia que defienden los empresarios catalanes tiene muchos condicionantes. En una nota de opinión presentada por su presidente, Jaume Guardiola, este foro económico, empresarial y académico, avala la amnistía siempre y cuando el independentismo renuncie a la vía unilateral, lo cual se antoja casi imposible. «La aprobación de estas medidas debería suponer la aceptación por los beneficiarios del marco establecido por la Constitución. Las reafirmaciones en la unilateralidad son incompatibles con cualquier pacto dirigido a la normalización política», advierten los empresarios. «Esa vía (la unilateral) ya fue transitada, y seguir por ella solo provocaría más frustración y nuevos conflictos. Los partidos independentistas no tienen por qué renunciar a sus objetivos, que son perfectamente legítimos, pero ha llegado la hora de que actúen y se pronuncien con la responsabilidad del realismo. No procede insistir en un referéndum de autodeterminación que en las circunstancias actuales resulta inviable», señalan.

Y además, los empresarios, siempre haciendo equilibrios, reclaman que la amnistía debería acordarse entre los dos partidos mayoritarios en España, PP y PSOE, lo cual, como la renuncia de Puigdemont a volver a hacerlo, es impensable. «Es deseable que las medidas que vayan a adoptarse, y que deberán discutirse en el Congreso de los Diputados, sean el resultado de un gran acuerdo entre los principales partidos de ámbito español y los partidos nacionalistas», reclaman los empresarios catalanes. «Somos conscientes de que la actual coyuntura lo dificulta enormemente, pero no podemos dejar de advertir de los riesgos que implicaría aprobarlas tan solo para ganar una investidura. Una ley orgánica tan trascendente como la amnistía compromete al conjunto del Parlamento. O se desarrolla una discusión abierta y plural con un auténtico sentido de Estado o la calidad de nuestro Estado de derecho puede quedar maltrecha», advierten.

El Círculo reclama además que la ley que se pacte no pueda ser cuestionada por el Tribunal Constitucional. «Legislar mal podría provocar los efectos contrarios a los deseados», avisa. Su propuesta de encaje de Cataluña pasa por la «reelaboración» del Estatuto de Cataluña «con la finalidad de lograr una norma básica consensuada que garantice un marco de convivencia para las próximas décadas». Una vez acordado este nuevo Estatuto, debería someterse a referéndum. En paralelo, los empresarios plantean acometer un nuevo modelo territorial, para el asentamiento de un «Estado auténticamente federal».

Se trata de la tercera organización empresarial catalana que apoya la amnistía. La patronal Fomento, presidida por el exdirigente nacionalista Josep Sánchez Llibre, y la patronal Pimec respaldan esta medida. La patronal Fomento del Trabajo pertenece a la gran patronal española CEOE, que ha rechazado públicamente la amnistía.