Yolanda Díaz llega esta tarde a la reunión del grupo parlamentario de Sumar en el Congreso. EFE

Yolanda Díaz asume ahora que «es evidente que Errejón nunca debió haber sido diputado»

Reconoce que sabía que su exportavoz iba a terapia y que tuvo constancia de una denuncia antes de las generales del 23-J

Lunes, 28 de octubre 2024, 18:03

«Es evidente que Íñigo Errejón nunca debería haber sido diputado ni portavoz». Yolanda Díaz rompió este lunes su silencio y pidió perdón por «llegar tarde» al escándalo desatado tras la dimisión de Íñigo Errejón el jueves pasado entre acusaciones de acoso sexual por parte ... de varias mujeres. La vicepresidenta segunda, que la semana pasada se encontraba en un viaje oficial en Colombia cuando estalló la noticia, reconoció que sabía que su ya excompañero de partido, al que nombró portavoz parlamentario hace apenas nueve meses, se encontraba en terapia por su adicción al sexo y a las drogas. «Y le iba mejor», puntualizó. Al mismo tiempo, defendió que desconocía la gravedad del comportamiento que ha precipitado su caída –como antes habían argumentado en Sumar, Podemos o Más Madrid, los partidos en los que militó el politógolo madrileño de 40 años–. «Si lo hubiera sabido, habría actuado antes y con mayor contundencia», zanjó.

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Con rostro de circunstancias, Díaz eligió la sala del escritorio del Congreso de los Diputados, un lugar reservado para las ocasiones solemnes o graves. Lo hizo después de presidir una tensa reunión de su grupo parlamentario que se preveía de alto voltaje. La cita duró dos horas, con el escándalo por las acusaciones de acoso sexual sobre Errejón como único punto del orden del día. El encuentro, en el que participaron los 27 diputados de Sumar, Más Madrid, los comunes, Compromís o Izquierda Unida, se desarrolló, según fuentes de la coalición, «de forma amistosa» y, aunque no sirvió para resolver la vacante en la portavocía en el Congreso –algunas organizaciones defendieron que «no era el día»y apuestan por reestructurar los equilibrios de poder dentro de la bancada parlamentaria en detrimento de la líder gallega–, fijó medidas de auditoría externa para evitar casos futuros de este tipo. «No tenemos varitas mágicas», insistió Díaz.

Dispersos entre el numeroso grupo de periodistas y fotógrafos que se dieron cita en la abarrotada sala se encontraba su guardia pretoriana. Estaba presente su jefa de Gabinete, Virginia Uzal, su directora de comunicación, Noelia Vera, y otros miembros de su equipo que trataban de dar fuerza a la vicepresidenta con la mirada. En ese ambiente de expectación, Díaz detalló la sucesión cronológica de los hechos desde su punto de vista. Según este relato, no fue informada hasta el martes por la noche de la denuncia de una joven que el día anterior se publicó en el canal de Instagram de la periodista Cristina Fallarás, y que abrió la caja de los truenos. Para entonces, Más Madrid ya había iniciado una investigación mientras Errejón seguía compareciendo con normalidad en ruedas de prensa en el Congreso.

Llamada «difícil»

Al día siguiente, por la tarde y tras participar junto a Pedro Sánchez –que la ha respaldado durante toda la crisis– en la cumbre hispano-portuguesa celebrada en Faro, llamó a su todavía portavoz parlamentario que, según asegura, reconoció hechos «machistas y «vejatorios». «Fue una de las conversaciones más difíciles de mi vida», reconoció.

Y el mismo jueves, sin que mediara expediente disciplinario alguno, le comunicó su expulsión de todas las funciones. Pero fue el propio Errejón quien se adelantó e hizo público un comunicado en redes sociales que ella dice no compartir «en absoluto».

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Durante la rueda de prensa, Díaz también confirmó lo que Podemos había desvelado por la mañana, que conocía la denuncia anónima que una joven había formulado en un hilo de Twitter en junio de 2023, justo cuando se acababan de configurar las listas electorales de Sumar para las generales del 23 -J, y en la que se acusaba a Errejón –que iba en uno de los puestos de salida por la circunscripción de Madrid– de haberle realizado tocamientos sin su consentimiento durante un festival de música en Castellón. La líder gallega reconoció que no llegó a intervenir tras preguntar «a la señora Ione Belarra –secretaria general de Podemos–» y a Más Madrid –que había abierto una investigación interna– porque luego comunicaron a su equipo que el expediente se había cerrado y que la denuncia se borró. «Nunca más volví a saber nada de este hecho. Si tuviera la menor sospecha de que Errejón o cualquier diputado es un presunto agresor sexual habría actuado como he hecho esta semana, con contundencia y con prontitud», sentenció.

Díaz es consciente de la desafección y el «grave» daño que esto provocará a nivel reputacional y electoral en todo su espacio político pero defiende que su organización «ha actuado con contundencia» en este caso.

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