M. Santiago
Madrid
Jueves, 11 de enero 2024, 15:11
El juez de la Audiencia Nacional José Ricardo de Prada no recibirá el amparo que había solicitado al Consejo General del Poder Judicial después de que José Antonio Monago, hoy senador del PP y expresidente de Extremadura, le señalaba por supuesto «lawfare» -uso espurio ... de la justicia con intencionalidad política- en el enjuiciamiento del 'caso Gürtel' que derivó en una de las condenas por corrupción que repercutió sobre los populares. De Prada elevó su petición ante el órgano de gobierno de los jueces al considerarse atacado, sin pruebas, por unas palabras pronunciadas el 12 de diciembre en un pleno de la Cámara alta que «descalifican de forma extraordinariamente grave» su actuación en aquel sumario por el que acabó citado a declarar como testigo el presidente Mariano Rajoy. Hoy, la comisión permanente del CGPJ ha descartado tener que salir en defensa del magistrado, al interpretar que las manifestaciones sobre un proceso como éste, «ya fenecido», ya «no tienen capacidad alguna de perturbar el ejercicio de la función jurisdiccional del solicitante de amparo» y valorando, además, que Monago se disculpó a posteriori.
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Las expresiones del cargo del PP provocaron revuelo porque venían a exonerar al partido de las tramas de corrupción que le han afectado, pero, sobre todo, porque aludió a un término, 'lawfare', convertido en caballo de batalla político a raíz de que el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez firmado por el PSOE con Junts incluyera la constitución de comisiones de investigación en el Congreso para revisar eventuales desviaciones en la ejecutoria del Estado de derecho sobre los hechos del 'procés' soberanista y de los atentados yihadistas en Cataluña de agosto de 2017. El partido de Alberto Núñez Feijóo ha venido cargando contra ese acuerdo por lo que representa, en su opinión, de cuestionamiento de la independencia y la credibilidad de los tribunales; de ahí que el hecho de que lo verbalizara Monago para referirse a un presunto ataque interesado de De Prada a su formación suscitara polvareda.
El senador rectificó después, admitiendo que se «equivocó» con una intervención «desafortunada» y subrayando su convicción en la correcta labor de la justicia española. Una marcha atrás de la que el CGPJ deduce ahora un «respeto necesario a las decisiones judiciales» que hacen innecesario, según su decisión, amparar a De Prada. La elección en su día del magistrado de la Audiencia Nacional como candidato propuesto por Podemos para integrar precisamente el Consejo derivó en una negativa a aceptarlo del PP que detonó, en buena medida, el bloqueo de un lustro que arrastra la renovación del órgano por el cisma de los populares y el PSOE, pendiente de encauzamiento con mediación de la Comisión Europea tras la reunión Sánchez-Feijóo del 22 de diciembre.
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