Las autonomías afectadas por la ruptura de Vox y PP

El Ejecutivo que preside Jorge Azcón llevaba días preparando la remodelación de su Gobierno. En principio el PP descarta las elecciones anticipadas pero seguirá necesitando de los apoyos de Vox en un parlamento autonómico extremadamente fragmentado y en el que Azcón y los de Abascal han gobernado hasta ahora con tan solo un diputado más que el bloque de la izquierda y el autonomista PAR.

La presidenta María Guardiola, la baronesa popular que más se resistió a pactar con Vox aunque al final cediera, se mostró ayer tranquila y aseguró que su gobierno continuará trabajando como lo ha hecho hasta ahora, pese a perder la mayoría en la cámara autonómica. A favor de Guardiola juega la aprobación de unos Presupuestos aprobados que le permitirán culminar la legislatura en solitario.

El primer gobierno de coalición entre PP y Vox, que sirvió como laboratorio para el resto, llega a su fin. El presidente Alfonso Fernández Mañueco reiteró en los últimos días que la acogida de menores extranjeros era un deber de solidaridad, pero también expresó su deseó de mantener la alianza con la formación de Abascal y con su vicepresidente Juan García-Gallardo.

La ausencia de los dos consejeros de Vox en el Consejo de Gobierno dio ayer la primera pista sobre la salida del Ejecutivo murciano de la formación que preside Abascal. La posibilidad de unas nuevas elecciones autonómicas seduce al presidente del PP, Fernando López Miras, quien se quedó en las autonómicas de mayo de 2023 a dos diputados de la mayoría absoluta.

Es la comunidad en el que menos impacto debería tener la ruptura entre PP y Vox, ya que los de Abascal no forma parte del Gobierno, aunque sí presiden el parlamento balear en la persona de Gabriel Le Senne, a quien los populares se negaron a destituir después de que rompiera la foto de Aurora Picornell, fusilada por el franquismo. Vox ocupa además importantes cargos insulares.