La asistencia de Urkullu a la Conferencia de Presidentes realza el plantón de Aragonés

El 'sí' final del 'lehendakari' hace aún más evidente la ausencia en el encuentro de Pere Aragonès, justo cuando el Ejecutivo se afana en apuntalar su decisión de abrir un proceso de diálogo que permita dejar atrás los duros años del 'procés' frente a las críticas de la oposición. La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, volvió a hacer un llamamiento al presidente catalán para que reconsidere su postura. «Las comunidades tienen un papel muy importante que jugar en el despliegue de este plan de recuperación –dijo en una entrevista en RNE– ; es el momento de estar juntos para impulsar ese futuro». No parece, sin embargo, que vaya a cambiar nada.

La consejera de Presidencia de la Generalitat, Marta Vilagrà, insistió en algo que ya argumentó el propio jefe del Ejecutivo autonómico la semana pasada, que esta convocatoria realizada por Pedro Sánchez no es más que una «operación de márketing» y que su Gobierno sólo participará de encuentros en los que se realice un «trabajo intenso», una categoría en la que encuadró la reunión de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat prevista para el próximo lunes. También así se explica, aunque Vilagrà no lo dijera de manera expresa, la presencia, por primera vez en cuatro años, del consejero de Economía, Jaume Giró, en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

La crítica de Aragonès es ampliamente compartida por otros muchos gobernantes autonómicos. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, advirtió el pasado viernes de que no acudirá a otra Conferencia de Presidentes si no se respeta el reglamento y no se envía un orden del día con suficiente antelación y Fernando López Miras, por poner solo dos ejemplos, recriminó que todo vaya a reducirse a una foto y a «un turno de palabra protocolario».

«Vamos a hacer cientos de kilómetros para, en cinco minutos, hablar de la situación epidemiológica de cada comunidad; de la necesidad de vacunas que tenemos para poder acelerar la vacunación de los más jóvenes; para que (Sánchez) nos dé un mínimo de información sobre los criterios de reparto de los fondos europeos Next Generation...» censuró en Telecinco el presidente murciano.

También el secretario general de este partido, Teodoro García Egea, insistió en el reproche. «La gente tiene que saber que lo del viernes no es una Conferencia de Presidentes sino un monólogo de Sánchez», dijo en Antena 3, Aun así, lejos de justificar que Aragonès dé plantón al presidente del Gobierno, el PP lo criticó y reclamó que su ausencia tenga consecuencias. «El que no vaya no puede tener luego un trato preferente y una relación bilateral», adujo la portavoz popular en el Congreso, Cuca Gamarra.

El principal partido de la derecha no fue, con todo, el único que afeó la posición de el presidente de la Generalitat. El socialista Guillermo Fernández Vara recordó que cuando Cataluña lo necesita, recibe la ayuda de otros territorios o del Gobierno. «Cuando sobreviene un incendio aparatoso, la UME va como viene a Extremadura o a Andalucía», subrayó. «Estas cosas pasan desapercibidas. Ustedes quieren bilateralidad para las perras y multilateralidad para el resto ¡No hombre no!», reconvino el presidente extremeño.

El clima no parece, en medio de este cruce de declaraciones, el más propicio para una cita armoniosa, pero la ministra de Política Territorial y portavoz del Ejecutivo Isabel Rodríguez, se mostró confiada el martes en que, una vez reunidos, todos los presentes opten por el pragmatismo. En esa línea apuntó ya el gallego Alberto Núñez Feijóo, pese a reprochar la falta de contenido de la cita

. La agenda para la jornada llegó el pasado jueves y se reduce a dos unos puntos: un análisis de situación sobre la campaña de vacunación y la presentación de la Estrategia 2030 frente al reto demográfico. Pero el presidente de la Xunta apuntó que intentará «sacar» algunas otras cuestiones como la regulación de la pandemia o los criterios de reparto de los fondos Next Generation. «Es una pena que no sea una Conferencia de Presidentes, pero siempre que el presidente del Gobierno me llame acudiré, sea para una reunión informal, como esta –dijo–, o formal».